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Prácticas sostenibles para pequeños palmeros en el sur de México

El taller de nutrición formó parte de las prácticas sostenibles que los pequeños productores aplican en el sur de México

Desde 2016, Solidaridad ha estado trabajando con pequeños productores de palma aceitera en Marqués de Comillas, Chiapas, para mejorar las prácticas a través de escuelas de campo, talleres e intercambios de aprendizaje. En un taller realizado en octubre de 2021, el experto colombiano en nutrición de la palma de aceite, José Álvaro Cristancho Rodríguez, PhD., y el personal técnico de Solidaridad compartieron con más de 60 pequeños productores las mejores prácticas que incrementan la productividad de sus fincas de palma aceitera en tres comunidades.

El conocimiento adquirido en el taller de nutrición ahora formará parte de las prácticas sostenibles que los pequeños productores aplican en el sur de México
El conocimiento adquirido en el taller de nutrición del Dr. Cristancho ahora formará parte de las prácticas sostenibles que los pequeños productores aplican en el sur de México.

El taller de tres días fue, en su mayoría, una serie de demostraciones prácticas en fincas ubicadas en las comunidades de Nueva Veracruz y Arroyo Delicias. Sin embargo, el primer día, el personal de Solidaridad presentó los beneficios de las experiencias de aprendizaje continuo a través de las escuelas de campo y el Dr. Cristancho también presentó un breve seminario de los conceptos que luego demostraría en el campo.

Mejores prácticas de nutrición para aumentar la productividad

En el seminario, el Dr. Cristancho presentó opciones químicas y orgánicas para la nutrición de la palma de aceite y respondió preguntas como «¿Qué se busca lograr con la nutrición de la palma de aceite?» y “¿Cuáles son los síntomas de las deficiencias nutricionales en la palma de aceite?”.

¿Qué buscamos lograr con la nutrición de la palma de aceite?

Aprender a manejar la nutrición en sus cultivos a través del taller ayudará a los pequeños productores de palma aceitera a aumentar sus ingresos, dadas las tasas de productividad mejoradas que se pueden obtener al poner en práctica los nuevos conocimientos. El Dr. Cristancho dio detalles sobre cómo medir el incremento de la productividad y explicó cómo los objetivos de las mejores prácticas nutricionales van más allá de las ganancias financieras al explicar que también los productores deben conservar los recursos naturales.

Los siguientes son los temas que el Dr. Cristancho abordó que los pequeños productores de palma de aceite deben buscar al incorporar las mejores prácticas nutricionales:

  • Sanidad general de los cultivos, cuidando el medio ambiente y no agotando los suelos
  • Niveles óptimos de nutrientes en todo el sistema, incluidos los suelos, las hojas y sus tallos (raquis)
  • Buen desarrollo de la planta, logrando un índice de área foliar específico en el menor tiempo posible
  • Altos rendimientos, medidos en un mayor número de racimos y un aumento en el peso de los mismos, así como un aumento en las toneladas de aceite producidas por hectárea
  • Mayor rentabilidad, es decir, menor uso de fertilizantes en kilogramos por tonelada de racimos de fruta fresca (RFF) o menores costos de inversión en fertilizantes por tonelada de RFF

El experto cubrió otros temas como el control integrado de plagas y enfermedades, manejo de malezas y técnicas de poda. Más de 60 pequeños productores y más de 20 miembros del personal de socios del sector privado asistieron a las presentaciones. El Dr. Cristancho demostró varios de los conceptos en los días 2 y 3 del taller, con grupos reducidos en el campo. También incluyó evaluaciones realizadas a parcelas específicas de productores, combinando comentarios sobre lo que se estaba manejando bien, con recomendaciones, como por ejemplo identificando y mostrando síntomas de deficiencia nutricional en el cultivo y aconsejando cómo mejorar estas condiciones.

Durante uno de los días de campo, el Sr. Abraham Castañeda, presidente de la sociedad de pequeños productores independientes de Arroyo Delicias Los Choles, instó a sus colegas a poner en práctica lo aprendido en el taller. “Sigamos adelante. Hagámoslo mejor … para que cuando regrese el señor Cristancho vea la diferencia”.

Cómo las escuelas de campo promueven la agricultura sostenible

Desde marzo de 2016, Solidaridad ha trabajado con pequeños productores de La Victoria, Nueva Veracruz y Arroyo Delicias en Marqués de Comillas para instalar y mantener una escuela de campo en cada comunidad. “Las comunidades han trabajado mucho para instalar sus escuelas. Ellos recaudaron los fondos para construir la infraestructura de los locales y Solidaridad ha apoyado a las escuelas proporcionándoles material didáctico y algunos materiales de oficina”, explicó Javier Anaya, del programa de palma de Solidaridad en México.

Las escuelas de campo son un motor para la mejora continua en la producción de palma aceitera

El taller de nutrición de octubre reunió a los pequeños productores junto con personal de socios del sector privado, por lo que fue una oportunidad perfecta para que Solidaridad presentara la importancia de las escuelas de campo y explicara el papel de las mismas en la promoción de la mejora continua y las prácticas sostenibles en la comunidad de pequeños productores de palma. En las escuelas de campo promovidas por Solidaridad, el conocimiento existente de los pequeños productores se destaca, se respeta y se aumenta con intercambios continuos de aprendizaje de productor a productor.

Un aspecto importante para hacer que las escuelas de campo funcionen como motor de mejora es el acceso a un técnico con capacidades específicas para la educación de adultos y del cultivo, adaptando el conocimiento a nivel del productor, con lenguaje sencillo, práctico y pertinente. Este técnico actúa como consultor para los pequeños productores, facilitando el aprendizaje continuo en cada una de las escuelas y entre ellas, además ayudando a conectar a las comunidades con expertos externos como el Dr. Cristancho. En marzo de 2019, Solidaridad asignó a uno de estos técnicos facilitadores para apoyar a las tres comunidades. Desafortunadamente, debido a la pandemia y otros problemas, a partir de marzo de 2020 ya no tenemos un técnico asignado para animar y dar seguimiento a las escuelas de campo en el área.

“En los últimos dos años, hemos continuado apoyando a las escuelas de campo al comunicarnos con los productores a través de tecnología como WhatsApp, brindando un poco de asistencia técnica por esa vía. Sin embargo, seguimos buscando el apoyo de socios del sector privado o de la sociedad civil para conseguir que esta importante figura consultora se ubique de forma permanente en la zona. Un técnico ayudaría a estos pequeños productores de Marqués de Comillas a seguir avanzando en la implementación de prácticas sostenibles en su producción de palma e incluso podría fomentar el intercambio de conocimientos para trasplantar soluciones que ya han funcionado en una sociedad a las otras”, continuó Javier.

Seguimos buscando el apoyo de socios del sector privado o de la sociedad civil para conseguir que esta importante figura consultora se ubique de forma permanente en la zona.

Javier Anaya, Oficial del proyecto de palma para Solidaridad en México

Seguimos buscando el apoyo de socios del sector privado o de la sociedad civil para conseguir que esta importante figura consultora se ubique de forma permanente en la zona.

Javier Anaya, Oficial del proyecto de palma para Solidaridad en México

¿Cuáles son los objetivos de las escuelas de campo para agricultores?

Las escuelas de campo brindan un espacio para el diálogo y el análisis de soluciones a los retos de sostenibilidad. Cuando se reúnen en las escuelas, los pequeños productores pueden reflexionar sobre temas técnicos sobre su producción, pero también utilizar el espacio para fortalecer su comunidad abordando temas de interés general.

En la producción de palma aceitera, las escuelas de campo ayudan a lograr múltiples objetivos:

  • Promover el co-diseño de soluciones a necesidades y problemáticas específicas de la comunidad local. Por ejemplo, a través de las escuelas de campo, los pequeños productores pueden organizarse para vender la fruta de palma como un grupo, en lugar de que cada productor se aventure por su cuenta, logrando mejores precios para su producto.
  • Implementar y probar prácticas sostenibles. Por ejemplo, probando buenas prácticas de nutrición y manejo integrado, como las aprendidas en el taller en octubre, y aprender juntos cómo funcionan mejor las prácticas.
  • Recopilar datos que ayudarán a mejorar la productividad en la comunidad. Por ejemplo, registrar temperaturas y precipitaciones durante la temporada o registrar actividades productivas y comerciales y sus respectivos costos, para tener en cuenta estos números a la hora de planificar y tomar decisiones o implementar cambios.

En Solidaridad, tenemos evidencia de que los pequeños productores de la región pueden depender de la palma aceitera como medio de vida sin recurrir a prácticas dañinas como la deforestación. Con mayor apoyo financiero, nuestras iniciativas pueden convertir a los pequeños productores en empresarios responsables que incrementen sus ingresos, practiquen una agricultura libre de deforestación, inviertan en prácticas sostenibles que protejan la biodiversidad de los paisajes y formen parte de un sistema alimentario resiliente y de bajas emisiones. ¿Le gustaría conocer más sobre las escuelas de campo en Marqués de Comillas?  Comuníquese con Javier Anaya, Oficial de Proyectos Aceite de Palma y Café para Solidaridad en México.

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