En Solidaridad apostamos por la sostenibilidad del sector palmero, es por eso que Solidaridad Latinoamérica y RSPO firman un acuerdo que permitirá la implementación de estrategias regionales para apoyar a los pequeños productores de palma de aceite en su camino hacia la sostenibilidad y certificación.
El acuerdo tiene como objetivo unificar las estrategias tanto de RSPO como de Solidaridad en toda la región de Latinoamérica, compartiendo conocimientos, experiencia e historias de éxito en el sector.
«Estamos emocionados de asociarnos con Solidaridad en este esfuerzo crítico para apoyar la industria del aceite de palma sostenible e inclusiva de Latinoamérica», dijo Camilo Santos, Director Adjunto de Transformación del Mercado de RSPO en Latinoamérica. «Esta asociación marca un momento crucial en nuestro compromiso colectivo de fomentar una industria de aceite de palma sostenible dentro de la región».
Unificando el panorama del aceite de palma en Latinoamérica
«Nuestro objetivo es convertir a Latinoamérica en el continente número uno en producción sostenible de aceite de palma por pequeños productores», dice Jorge Solano, Gerente de Proyectos de Solidaridad en México. «Este acuerdo une nuestros esfuerzos de aceite de palma sostenible en toda la región para apoyar a los pequeños productores de aceite de palma. Al unificar nuestros proyectos y crear una plataforma cohesiva, podemos simplificar la gestión y fomentar un enfoque integral de prácticas sostenibles».
Gonzalo La Cruz y Francisco Naranjo, representantes de Solidaridad y RSPO firman el acuerdo que busca unificar el apoyo al sector
Francisco Naranjo, Director Técnico de RSPO, compartió: «A través de esta iniciativa, nuestro objetivo es empoderar a más de 1,300 pequeños productores en 14,600 hectáreas, guiándolos hacia la sostenibilidad y la certificación. Juntos, defendemos los medios de vida de los pequeños productores mientras priorizamos la conservación del medio ambiente y la responsabilidad social en todos nuestros esfuerzos».
«Hay acciones y resultados en todos los países latinoamericanos en los que trabaja Solidaridad con la palma de aceite. Sin embargo, todos estos proyectos se manejan actualmente de manera independiente. Por ello, lo que queremos hacer con este acuerdo es juntar la historia de México, de Guatemala, de Honduras, de Nicaragua, de Colombia, de Perú, y de RSPO en todo Latinoamérica en torno a la producción sostenible y de esta manera crear un solo panorama. Además buscamos generar una plataforma que permita gestionar los diferentes proyectos de forma unificada,» nos subraya Jorge Solano.
Entre las metas de colaboración está:
- Implementar en toda la región herramientas digitales con una misma metodología que permitan generar un panorama unificado del pequeño productor para lograr la certificación de Pequeños Productores Independientes de RSPO.
- Fortalecer el crecimiento de la Academia de Pequeños Productores de RSPO (STA) en Latinoamérica.
- Apoyar a cada país latinoaméricano a definir las mejores estrategias de avance en la implementación de buenas prácticas para la producción sostenible y la certificación RSPO
- Promover y fortalecer el Cumplimiento con la legislación de la Unión Europea
- Posicionar a Latinoamérica como el continente líder en apoyo a pequeños productores cumpliendo con todos los lineamientos tanto nacionales como internacionales
Fortaleciendo alianzas regionales
Los países que conforman a Solidaridad en Latinoamérica han trabajado de manera nacional en la sostenibilidad y la productividad del sector. Este acuerdo impactará a cada uno de los países de manera distinta y proveerá un nuevo canal de comunicación entre ellos.
Este acuerdo es muy importante tanto para Honduras como para Solidaridad ya que dentro de nuestras metas y estrategias para los próximos años está el apoyar a más pequeños productores a producir de la mano con el medio ambiente, esto involucra la educación y prácticas sociales y culturales orientadas a una producción sostenible, garantizando así, el posicionamiento de la palma en cada país. Además, el acuerdo permite la vinculación y comunicación entre países latinoamericanos lo que nos permite compartir y unificar estrategias
Sofía Núñez, Gerente de país de Solidaridad en Honduras
Los representantes de Solidaridad en Colombia, México, Perú, Guatemala y Honduras nos comparten lo siguiente:
Lesly Vera, Gerente del programa de Palma de Aceite de Solidaridad en Perú nos comenta: «Aprender haciendo» es una lógica de trabajo para las organizaciones que trabajamos con la base de la cadena de suministro, los pequeños y pequeñas productoras. La firma de este acuerdo va un paso más adelante y propone «Aprender conectando», brindando la oportunidad de intercambio a tiempo real y creando puentes entre productores y sus organizaciones en diferentes puntos de Latinoamérica en su ruta hacia la sostenibilidad.
La importancia de firmar este acuerdo en los diferentes países es que ya no es un esfuerzo individual, sino que queremos compartir estrategias y experiencias entre los que tenemos los mismos retos. Pienso que como Solidaridad nos fortalece mucho estar en bloque y mostrarnos como región ante aliados estratégicos, precisamente como lo es RSPO, pero también donantes privados, compradores grandes que nos ven como una organización de red en Latinoamérica
María Goretti Esquivel
El liderazgo en sostenibilidad de Latinoamérica
Esta declaración conjunta marca el último hito en el emergente liderazgo de Latinoamérica en la producción sostenible de aceite de palma, al tener el nivel más alto de Certificación RSPO entre las regiones productoras de aceite de palma. Actualmente, es la región de más rápido crecimiento en el mundo en términos de certificación, incluida la certificación de pequeños productores.
En octubre de 2023, los productores certificados en la región alcanzaron las dos millones de toneladas de aceite de palma sostenible certificado (CSPO), lo que representa un tercio de la producción total de aceite de palma en la región. Este logro histórico refleja los esfuerzos consolidados entre los productores certificados en Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Perú, cubriendo un total de 656,000 hectáreas de tierra certificada.