Las buenas prácticas son un conjunto de acciones e iniciativas que apoyan a los productores a mejorar en su desempeño social, ambiental y económico. Esto implica ayudar a los productores y trabajadores a producir en equilibrio con la naturaleza y optimizar sus prácticas de gestión agrícola, para que puedan aumentar la producción y los ingresos. Además, también significa asegurarse de que las marcas que compran a los agricultores y contratan trabajadores estén haciendo su parte para mejorar las prácticas.
Nuestros programas en Centroamérica, México y el Caribe incorporan modelos y herramientas que facilitan la implementación de buenas prácticas. Este año, continuamos nuestro trabajo en desarrollo, probando e implementando un poco más de 30 modelos y herramientas en consorcio con socios públicos y privados. Trabajamos con productores, trabajadores y técnicos del sector privado en el campo para mejorar las buenas prácticas agrícolas a través de escuelas de campo, talleres, intercambio de experiencias y otras iniciativas de educación inclusivas.
En 2021 descubrimos que hay aproximadamente 592,000 hectáreas en la región de Centroamérica y México bajo el manejo sostenible. Más de 28,500 agricultores están implementando prácticas sostenibles verificables que contribuyen a la conservación del planeta y su población, como resultado del trabajo de los colaboradores de Solidaridad y el desempeño de los socios en el campo.
En 2021 más de 7,000 productores en la región aumentaron sus ingresos agrícolas y más de 6,900 aumentaron su producción por implementar buenas prácticas.
Los empleadores de más de 73,000 trabajadores en fábricas, ingenios o granjas lograron mejoras verificables en sus condiciones de trabajo al menos en una de estas categorías: salarios y horas de trabajo; salud y seguridad; y sistemas de gestión, a partir de estándares establecidos a nivel nacional, internacional o de empresa. También en 2021, 79 procesadores agroindustriales de café, aceite de palma y caña de azúcar aplicaron políticas sociales y ambientales mejoradas mediante la aplicación de estándares como contratación responsable, cero deforestación, RSPO, BONSUCRO, Comercio Justo, entre otros, esto como resultado del trabajo con Solidaridad.
Avanzando después un piloto de pequeños productores de caña de azúcar en México
El pilotaje concluyó para el programa Mejora de la Productividad y Condiciones Laborales de los Trabajadores y Productores de Caña de Azúcar (MAS-CAÑA), lanzado en octubre de 2018. Este programa capacita a productores, trabajadores y técnicos en buenas prácticas agrícolas sostenibles para el cultivo de la caña de azúcar.
Uno de los logros más importantes de MAS-CAÑA es la adopción e implementación de buenas prácticas por parte de 1,275 pequeños productores y trabajadores en la producción de caña de azúcar del área de San Luis Potosí y cómo están preparados para enfrentar los riesgos del cambio climático. MAS-CAÑA incorporó más de 5,000 hectáreas de parcelas demostrativas para modelar y validar buenas prácticas, fortaleciendo las capacidades de los participantes a través de una metodología de aprendizaje práctico.
En septiembre, Bayer, Grupo Pantaleon y Solidaridad anunciaron una segunda fase del programa de 3 años. La expectativa de los socios para el tercer año del programa son 3,500 productores capacitados en el ingenio de azúcar el Pánuco y tendrán un incremento de productividad de entre el 10 y 20% en sus cultivos.
En Bayer trabajamos constantemente para entender y abordar de manera eficiente las necesidades de los pequeños productores y buscamos mejores maneras de fomentar el conocimiento tecnológico y herramientas de innovación con ellos para permitir que tengan un mejor acceso a las buenas prácticas en la agricultura que se traducen en mejores ganancias y más productividad.
Manuel Bravo, Presidente y CEO de Bayer en Mexico
El papel de las herramientas digitales en la promoción de las buenas prácticas
El uso de herramientas digitales es un elemento transversal en los programas de Solidaridad, creemos que el acceso a datos puede revolucionar el desempeño de los productores y trabajadores en el campo. Por ejemplo, Farm Diary tiene un registro agrícola digital al que se accede a través de dispositivos móviles que permite a los usuarios organizar y registrar datos con fines de monitoreo, así los productores puedan tomar mejores decisiones y más oportunas. La premisa es que estas decisiones bien informadas sobre aspectos técnicos o administrativos aumentarán la productividad de la finca y reducirán los costos. En 2020 y 2021, se hizo la prueba de la versión de producto mínimo viable de Farm Diary en plantaciones de palma en Guatemala.
Patty Choc, promotora de asistencia técnica que apoya a los pequeños productores de palma en Ixcán, Guatemala, utiliza sus habilidades para cerrar la brecha tecnológica en su comunidad, al igual que las brechas de comunicación al ser intérprete entre Q’eqchi-Español cuando es necesario. Patty es una pieza clave entre los 55,000 actores locales que pueden impulsar la transformación del sector de palma en la región.
Por el momento Farm Diary está atravesando modificaciones para poder apoyar el monitoreo de café. Haciendo una combinación de Farm Diary junto con una herramienta llamada TRACE, desarrollada por Fairfood, Solidaridad utiliza tecnología piloto para un proyecto de distribución con un precio justo en la cadena de valor de café a través del Programa ¡REFORCEMOS la Sostenibilidad! del Ministerio de Relaciones Exteriores de los Países Bajos. Este fue lanzado oficialmente en el sector de café de Honduras, en consorcio con Fairfood y socios locales de la Cooperativa de Café Capucas en abril del 2021. Los temas generales del proyecto piloto son género e inclusión social y transparencia en la cadena de suministros.
Utilizando buenas prácticas en el campo para promover el secuestro de carbono.
También en el sector café, en 2021 se firmaron dos nuevos acuerdos en la región para pilotear proyectos con secuestro de carbono, derivado de experiencias previas adquiridas por Solidaridad en el manejo climáticamente inteligente del café en Colombia, Perú y México que dejó valiosas lecciones aprendidas. En Agosto Molinos de Honduras se asoció con Solidaridad para crear y ejecutar estrategias de adaptación y mitigación all cambio climático en campos de café. El programa insignia del acuerdo pondrá a prueba la evaluación de la huella de carbono con el apoyo de las herramientas digitales Cool Farm Tool y FARM-TRACE.
La Fundación Aldea de Nicaragua firmó un acuerdo con Solidaridad el 22 de octubre para replicar pilotos exitosos que han comprobado que el concepto de hacer carbono funciona en los mercados para pequeños productores de café. En diciembre se completó la primera etapa del proyecto, y se recolectó la información de 1000 parcelas de café. Los datos analizados luego se convirtieron en unidades removidas de carbono, el siguiente paso se puede monetizar a través de la venta de carbono con contratos en Rabobank.
A través de la venta de créditos de carbono generados por los sistemas agroforestales, los productores de café que participan en el proyecto obtienen un ingreso adicional que les permite hacer inversiones en sus propias fincas y estar mejor preparados cuando suceden las reducciones de precios en el mercado internacional del café por efectos del cambio climático.
María Durán, Gerente de programa y representante de país en Nicaragua.
Buenas prácticas ambientales y de contratación a través de de los P&C de la RSPO
A través de nuestro programa de buenas prácticas también nos esforzamos y aseguramos que las marcas a las que los pequeños agricultores venden sus productos y con las que trabajan también hagan su parte para mejorar las prácticas de contratación y proteger el medio ambiente mediante la reducción de la contaminación. En Honduras, lanzamos nuestro Programa ¡REFORCEMOS la Sostenibilidad! de trabajo decente en el sector de palma en mayo de 2021.
También, en las interpretaciones nacionales de los Principios y Criterios RSPO, que miden las prácticas aplicadas para producir prosperidad, derechos humanos y esfuerzos de conservación, fue aprobado en Guatemala, Honduras y Nicaragua en el año 2021. Esto implica que los actores en cada sector de cada país tienen acceso a estándares internacionales y que también cumplan con su marco legal local que haya sido revisado por múltiples partes interesadas en la sociedad civil, el sector de la palma y los sectores público y privado.