De la extensión original del Bosque Atlántico sólo queda un 7%, pero el 52% de los árboles y el 92% de los anfibios que allí viven, no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Dado que en esta región habitan muchos pequeños productores de té y yerba mate, promovemos modelos de agricultura familiar que introducen sistemas agroforestales. Estos ayudan a remediar pasivos ambientales, permiten diversificar el ingreso introduciendo especies frutales o maderables, y abren la puerta al mercado de los bonos de carbono. En Brasil, además, la yerba mate puede cultivarse en sistemas agroforestales como especie nativa, o incluso ser extraída de bosques donde crece de forma silvestre. En este sentido, hemos iniciado con Coca-Cola Brasil y Leão Bebidas e Alimentos, un proyecto a gran escala, para mejorar la eficiencia y productividad de los agricultores familiares y convertir el cultivo en una fuente de ingresos rentable que evite su reemplazo por monocultivos como la soja.

A pesar de la creciente demanda de yerba mate, la rentabilidad del sector continúa siendo baja. Esto se debe a problemas de productividad y fijación de precios. Solidaridad tiene diez años de experiencia fortaleciendo cuerpos técnicos privados y públicos para una asistencia técnica eficiente y adaptada al pequeño productor y al trabajador. Para esto utilizamos herramientas digitales que organizan el avance de los productores y metodologías lúdicas para dinamizar el proceso pedagógico. Utilizamos como referencia estándares internacionales como el de Rainforest Alliance y el manual de Embrapa Erva 20. Nuestro modelo de asistencia técnica apunta a gestionar la finca de forma más profesional, con un mejor control de las finanzas, mayor eficiencia en el uso de insumos y recursos, medidas de seguridad y salubridad, condiciones laborales decentes para los trabajadores y mantenimiento de los servicios ecosistémicos dentro de la propiedad. 

El té y el de la yerba mate tienen desafíos comunes. Si se logra articular sinergias entre instituciones públicas y  privadas sería posible alcanzar una mayor competitividad y sostenibilidad en ambos. Para esto es necesario pasar de políticas de sostenibilidad corporativas individuales a marcos que puedan aplicarse a todo el sector. Un ejemplo de política sectorial sería garantizar servicios de recolección de envases vacíos para una mejor aplicación de la Ley Nacional para el manejo de Residuos Agroquímicos en Argentina, o proporcionar fondos para planes forestales a nivel de paisaje que faciliten la aplicación del Código Forestal en Brasil, así como también acordar condiciones laborales mínimas y pautas de abastecimiento responsable.

Desde el inicio de nuestro programa hemos trabajado con marcas globales (Unilever, Syngenta, McDonald’s a través de S&D, Coca-Cola Brasil) que han financiado programas de apoyo a los agricultores para mejorar la sostenibilidad en sus cadenas de suministro. Dado que la tendencia en el té es que los mercados de consumo se vuelvan cada vez más exigentes, hay espacio para involucrar a más aliados provenientes de mercados importadores. Desarrollar mercados para una yerba mate certificada de agricultores familiares también es una posibilidad viable. En 2018, Argentina exportó 43 millones de toneladas de yerba mate, principalmente a Siria (34,5 millones de toneladas) y Chile (4,5 millones de toneladas). En Brasil, hay espacio para trabajar en enfoques creativos, nuevas líneas de productos, la denominación de origen y la comercialización a consumidores con conciencia social / ambiental en el mercado local.