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Diagnóstico y acción: la hoja de ruta del sector palmero hondureño para el EUDR

Trabajamos con todos los actores de la cadena para impulsar la innovación, la productividad y la resiliencia del sector palmero en Honduras.

El sector palmero hondureño, vital para la economía nacional y el tercer productor en Latinoamérica, enfrenta un gran desafío: el nuevo Reglamento de la Unión Europea sobre Cadenas de Suministro Libres de Deforestación (EUDR). Esta normativa condiciona el acceso al mercado europeo a la demostración de una completa trazabilidad, legalidad y producción libre de deforestación. Un diagnóstico realizado por Solidaridad en conjunto con la Federación Nacional de Asociaciones de productores y Extractoras de Palmas Aceiteras de Honduras, FENAPALMAH, reveló la necesidad de cerrar brechas para lograr el cumplimiento integral de los requisitos. Esta nota sintetiza los hallazgos, el plan de acción y la estrategia a futuro para transformar esta amenaza en una oportunidad de fortalecimiento sectorial.

Trabajamos con todos los actores de la cadena para impulsar la innovación, la productividad y la resiliencia del sector palmero en Honduras.

Diagnóstico integral: La preparación del sector palmero hondureño ante el EUDR

El reglamento EUDR se basa en tres pilares no negociables: que el producto no provenga de tierras deforestadas después del 31 de diciembre de 2020, que se cumpla la legislación nacional y que exista un sistema de trazabilidad georreferenciada completo. Un análisis detallado de 10 organizaciones del sector (cooperativas, asociaciones y agroindustrias) identificó desafíos comunes para el cumplimiento del EUDR. Los hallazgos principales fueron:

  • La creación de sistemas de debida diligencia formales y robustos es clave para evaluar riesgos, asegurar el cumplimiento y aplicar medidas correctivas.
  • Implementar sistemas de trazabilidad del producto, desde la finca hasta el consumidor final, es fundamental para mejorar la transparencia de la cadena de valor.
  • Adoptar plataformas de monitoreo geoespacial con validación oficial permitirá una verificación de la deforestación precisa.
  • Apoyar a los productores en la regularización de la tenencia de la tierra y la obtención de licencias ambientales o fiscales actualizadas es una oportunidad para profesionalizar el sector, reducir riesgos y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
  • Abordar la brecha técnica a todos los niveles, desde productores hasta directivos, es una oportunidad para mantener actualizado al sector mientras se impulsa la innovación, la productividad y la resiliencia del sector.

Para que el sector pueda seguir accediendo a los mercados europeos y evitar un impacto directo en la economía de miles de productores de pequeña y mediana escala, es crucial trabajar en un cierre de brechas. A este desafío se suma otra amenaza a la capacidad productiva del sector: la Pudrición de Cogollo (PC), una enfermedad que representa una de las principales vulnerabilidades fitosanitarias de la región.

Diseño de una respuesta estratégica: plan de acción para el cierre de brechas

Tras el diagnóstico, se diseñó un Plan de Acción para cerrar las brechas identificadas. El plan reveló la importancia de abordar no solo los retos técnicos, sino también los organizativos, por lo que la estrategia se articuló en cinco ejes, con un enfoque en la estructura interna:

  • Gobernanza organizacional: reactivar estructuras internas y conformar comisiones EUDR como base para cualquier avance.
  • Georreferenciación y trazabilidad: censo de socios, georreferenciación del 100% de las parcelas y validación usando plataformas confiables y accesibles para demostrar no deforestación.
  • Cumplimiento legal: levantamiento de requisitos legales pendientes y acompañamiento en trámites de formalización.
  • Debida diligencia: desarrollo e implementación de herramientas prácticas adaptadas al contexto local para la gestión de riesgos.
  • Comunicación y sensibilización: talleres diferenciados y materiales informativos para crear una cultura de cumplimiento en todos los niveles.

Este plan sienta las bases indispensables para una adecuación progresiva, demostrando que una organización sólida es el primer eslabón para la sostenibilidad comercial.

El acompañamiento de Solidaridad ha sido fundamental para FENAPALMAH, ya que ha permitido fortalecer nuestras capacidades institucionales, impulsar procesos de sostenibilidad y generar herramientas que contribuyen a la competitividad del sector palmero. Su trabajo no solo ha dejado resultados tangibles, sino que también ha sembrado una visión de largo plazo orientada a la inclusión, la innovación y la resiliencia de los productores.

Allan Maradiaga, Director ejecutivo de FENAPALMAH. 

Estrategia a tres niveles: una respuesta integral al EUDR

Del diagnóstico inicial surgieron los pilares estratégicos para el trabajo continuo, balanceados en prioridades que van desde los cimientos hasta la sostenibilidad a largo plazo.

  1. Cimientos: son condiciones habilitantes indispensables para poder avanzar.
  • Fortalecimiento de la gobernanza: la conformación de Comisiones EUDR operativas y la reactivación de estructuras de gobernanza son la base fundamental. Sin liderazgo y capacidad de decisión, es muy difícil implementar sistemas técnicos, recopilar datos o tomar acciones correctivas.
  • Análisis geoespacial y validación confiable: abordan la brecha crítica de credibilidad. El censo de los socios, con el análisis geoespacial bajo metodologías validadas, proporciona la evidencia irrefutable que exige la UE para demostrar «no deforestación post-2020». Este es el requisito técnico más específico y auditable del EUDR. Sin un proceso de debida diligencia adecuado que demuestre su cumplimiento, el acceso al mercado está bloqueado automáticamente.

2. Implementación operativa: una vez sentadas las bases, estas acciones construyen los procesos operativos para ejecutar el cumplimiento.

  • Sistema de trazabilidad UNPALA, Unión de Palmeros del Litoral Atlántico: diseño y puesta en marcha de un sistema que vincule la producción georreferenciada con el flujo del producto. Conecta la evidencia del origen (la georreferenciación) con el producto físico. Es el mecanismo que permite rastrear y declarar que un lote específico cumple con los criterios. Sin trazabilidad, la georreferenciación queda aislada y sin utilidad comercial.

Capacitación especializada: aborda el desconocimiento generalizado. Talleres técnicos y de sensibilización aseguran la adopción y sostenibilidad de las soluciones propuestas, construyendo habilidades en trazabilidad, debida diligencia y herramientas geoespaciales. Debe ser continua y enfocada.

3. Sostenibilidad y escalabilidad: estas acciones aseguran que el cumplimiento sea un sistema permanente, no un esfuerzo único.

  • Mesas de diálogo y articulación institucional: Resuelven problemas estructurales (titulación de tierras y validación oficial) que una organización no puede superar sola. La participación activa con ICF, IP, SERNA y otros crea una red de apoyo y gobernanza que da permanencia y legitimidad a los esfuerzos del sector.
  • Protocolos de debida diligencia: revisión y actualización de la Guía de Legalidad para la formalización de los procesos, así como desarrollo de formatos y flujos de trabajo para la evaluación de riesgo y declaración de cumplimiento, ya que se requiere de datos validados, trazabilidad y personal capacitado para ser creíble y efectivo.

En este marco, Solidaridad se ha posicionado como un socio clave, abriendo espacios en conjunto con empresas extractoras, asociaciones de productores, gremios nacionales y entidades gubernamentales, lo cual ha permitido unificar criterios, discutir soluciones que faciliten la trazabilidad, sostenibilidad y legalidad en la cadena de suministro, acompañando al sector palmero en la transición hacia una producción más sostenible, transparente y alineada con los requerimientos del mercado global.

Mirando hacia el futuro: consolidación y escalabilidad

Estas acciones han promovido el fortalecimiento de capacidades y la adopción de conocimientos que preparen al sector para enfrentar las nuevas exigencias internacionales, garantizando una respuesta integral y responsable a los desafíos que plantea el EUDR, brindando acompañamiento técnico, facilitando mesas de diálogo para unificar criterios y promoviendo el fortalecimiento de capacidades. Esta participación activa refleja un compromiso con una transición del sector hacia una producción sostenible, transparente y alineada con las exigencias globales.

“Los próximos pasos se centran en consolidar los avances y escalar la estrategia a todo el sector palmero hondureño. Esto implica la implementación del sistema de trazabilidad, la validación oficial masiva de parcelas, la resolución de los cuellos de botella legales a través del diálogo continuo y la interiorización de los protocolos de debida diligencia en la operativa diaria. El objetivo final es construir un sector más resiliente, formal y sostenible”, María Duran, gerente de Solidaridad en Centroamérica.