Durante generaciones, la producción de café ha sido uno de los medios de vida más importantes para los pequeños agricultores de la región amazónica de San Martín, Perú. Tal es su relevancia, que se ha convertido en uno de los principales exportadores a nivel nacional según información del MIDAGRI (Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego).
En este tiempo los caficultores han trabajado bajo un modelo de producción lineal, mediante el cual se han generado residuos que pueden contaminar el ecosistema que los rodea. En un contexto de cambio climático, degradación de los suelos y nuevos estándares de producción sostenible de mercados globales, los productores necesitan herramientas para poder transformar su modelo de producción de café lineal a uno circular, en donde los residuos puedan ser reutilizados en la finca y les genere oportunidades de negocio. Es así como nace el proyecto Café Circular.
Café Circular, desde su inicio en 2019 ha trabajado con familias cafetaleras, promoviendo un modelo de producción sostenible y tecnológico que integra prácticas agrícolas circulares y la gestión innovadora de los residuos del café. Este ambicioso proyecto fue implementado por una alianza público-privada que incluye a la Agencia de Emprendimiento de los Países Bajos (RVO), Jacobs Douwe Egberts (JDE), Olam Food Ingredients (OFI), Cuencas del Huallaga, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), y Solidaridad.
Al 2024, más de 2,600 familias se beneficiaron del proyecto y se aplicaron prácticas como el compostaje, agroforestería, conservación de suelos y tratamiento de aguas residuales.
Economía Circular: Un Enfoque Sostenible y Rentable
El enfoque circular del proyecto se basa en la reducción de residuos, su reutilización y la regeneración del entorno natural a través de sistemas agroforestales. Por ejemplo, los residuos generados durante la producción de café, como la pulpa y las aguas mieles, se pueden transformar en recursos valiosos como bioles y biofertilizantes. Estos productos no solo mejoran la calidad del suelo, sino que también generan nuevas fuentes de ingresos para más de 1,120 productores que ahora procesan estos residuos de manera eficiente.
Ezio Varese, gerente del Programa Café de Solidaridad, comentó sobre el impacto del proyecto:
«Estamos demostrando que la economía circular en el café no solo es posible, sino rentable. Hemos convertido residuos que antes contaminaban en productos que mejoran la fertilidad del suelo y reducen costos».
Impacto Ambiental y Económico
Desde la implementación del proyecto,
- Se instalaron 1,204 biohuertos.
- Se adoptaron sistemas agroforestales que permiten mitigar la degradación del suelo, restaurando áreas previamente afectadas.
- Se implementó un piloto para transformar la cascarilla de café en pellets que sirven como combustible alternativo en el prototipo de cocinas mejoradas que se crearon en el proyecto. Esta innovación contribuye a reducir la dependencia de la leña, lo que resulta en una disminución de la deforestación.
- Gracias a la conversión de subproductos del café como la pulpa y aguas mieles en biofertilizantes y biocombustibles, los productores han reducido sus costos
Además, el uso eficiente de estos insumos ha mejorado la calidad del suelo, lo que ha incrementado el rendimiento de las cosechas y generado nuevas fuentes de ingresos estimados en un 20% adicional para las familias beneficiarias. Esto demuestra que la economía circular no solo es ambientalmente sostenible, sino también económicamente rentable para el sector cafetalero.
Equidad de Género en la finca
Otro de los aspectos clave del proyecto ha sido la inclusión de la equidad de género en la gestión de las fincas. Bajo la metodología GALS (Sistema de Acción y Aprendizaje en Género), 2,674 familias participaron en talleres de sensibilización y formación en gestión equitativa de la finca.
Esta estrategia ha permitido que las familias adopten prácticas inclusivas, las cuales han transformado el rol de las mujeres en el cultivo de café y fortalecido sus liderazgos. Como resultado, un 65% de las familias verificaron desigualdades a nivel productivo y a nivel de la casa, y de ese grupo, entre 8 a 10% de las familias se encuentran tomando acciones. Esto no solo ha mejorado la cohesión familiar, sino también la eficiencia en la gestión de los recursos, promoviendo una mayor sostenibilidad económica y social en las comunidades involucradas.
La vicegobernadora de San Martín, Olguita Celis, quien asistió al evento de cierre del proyecto, destacó la importancia de estos logros:
“Es maravilloso ver cómo los agricultores han adoptado nuevas alternativas para mejorar su cultivo y calidad de vida de manera sostenible. Nuestro sueño es que toda la región implemente proyectos productivos como este, que traen un desarrollo económico, sostenible y equitativo”.
Lo que viene para el Futuro
Will Pauffley, coordinador del proyecto, señaló que el éxito alcanzado durante estos cinco años es solo el comienzo:
“Hemos integrado prácticas circulares en todas las etapas de la producción de café. Lo que sigue es escalar estas innovaciones y asegurar que más regiones puedan beneficiarse de este enfoque”.
El proyecto Café Circular no solo ha demostrado que es posible mejorar la sostenibilidad del cultivo de café en Perú, sino que también ha reforzado la importancia de la colaboración entre instituciones públicas y privadas para enfrentar los retos del sector cafetalero. El legado de esta alianza estratégica será una mayor resiliencia climática y un impacto económico positivo para miles de familias caficultoras.
“Ahora no desperdiciamos nada. La pulpa que antes contaminaba ríos ahora se convierte en abono que mejora nuestras tierras. Hemos aprendido que el café puede ser mucho más que una simple cosecha”, menciona Abilio Sallago, productor de café de San Martín y participante del proyecto.
Café Circular ha creado un modelo replicable para otras regiones y demuestra que la economía circular además de ser un modelo viable, también representa un camino para enfrentar los desafíos globales del cambio climático, la deforestación y la economía familiar rural.
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