Falta de tiempo, largas distancias para asistir a capacitaciones y equipos técnicos limitados para visitar a los productores. Estas son algunas de las realidades a las que las organizaciones se enfrentan a diario para mejorar las habilidades de los productores y optimizar sus cultivos de forma sostenible. A partir de estos retos, la tecnología ofrece soluciones educativas que ayudan a impulsar y escalar el aprendizaje rural.

De Colombia a México, Bolivia y Paraguay
La asistencia técnica es un pilar fundamental para incorporar prácticas de cultivo que mejoren los rendimientos, y que además sean seguras y amigables con el medio ambiente. También fortalece la gestión financiera y promueve la participación de todos los miembros de la familia en el negocio familiar. Sin embargo, el mal tiempo, las distancias y las labores en la finca muchas veces impiden que los productores puedan asistir a capacitaciones, o que los técnicos puedan hacer un seguimiento de lo aprendido.
A partir de una alianza con BASF en México y con Cargill en Bolivia y Paraguay, se han ido adaptando y replicando estrategias desarrolladas por el equipo de Soluciones Educativas de Solidaridad en Colombia, que buscan dinamizar y reforzar el aprendizaje impartido por los equipos técnicos locales en campo. Estas son la plataforma de aprendizaje Agrolearning y el aula móvil.
Mayor alcance y versatilidad
En el caso de la alianza global con Cargill, el objetivo es promover cursos a distancia sobre prácticas sostenibles en el cultivo de soja. En Bolivia y Paraguay, a noviembre de este año, 440 productores han participado en entrenamientos sobre manejo de suelo y agroquímicos donde han recibido la inducción para usar la plataforma. De este total, 216 ya han completado al menos un módulo y han descargado su certificado correspondiente.

Nosotros tenemos una limitante que es que a los productores que están a una distancia más larga nos cuesta encontrarlos, pero con la plataforma podemos tener un nexo mucho más cercano, y los cursos y las charlas se vuelven mucho más amenos».
Milton Jesús Caio, Técnico en Zona Norte de ANAPO, organización que atiende al 80% de los productores de soja a pequeña escala de Bolivia.
“Nosotros tenemos una limitante que es que a los productores que están a una distancia más larga nos cuesta encontrarlos, pero con la plataforma podemos tener un nexo mucho más cercano, y los cursos y las charlas se vuelven mucho más amenos.”
Milton Jesús Caio, Técnico en Zona Norte de ANAPO, organización que atiende al 80% de los productores de soja a pequeña escala de Bolivia.



A través de la app para celulares, la plataforma web, o el canal de WhatsApp educativo los productores pueden acceder de forma remota a los cursos y completarlos a su ritmo desde su casa. Los cursos incluyen ejercicios prácticos al final de cada módulo que evalúan los contenidos aprendidos.

Son herramientas muy útiles para el agricultor ya que las tenemos en diferentes vías, y el agricultor puede interactuar sin tener datos móviles. Es muy oportuno”.
Milton Cortés, Técnico en Buenas Prácticas de APIA (Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios).
“Son herramientas muy útiles para el agricultor ya que las tenemos en diferentes vías, y el agricultor puede interactuar sin tener datos móviles. Es muy oportuno”
Milton Cortés, Técnico en Buenas Prácticas de APIA (Asociación de Proveedores de Insumos Agropecuarios).

Dinamismo y interacción intergeneracional
En el caso de México, el proyecto Kajve con BASF adoptó en 2024 el aula móvil para promover prácticas de cultivo de café resistente al clima, mientras que en 2025, se combinó el uso de la plataforma con talleres prácticos sobre composta y conservación del suelo entre 108 productores.
El aula móvil incluye tabletas y un TOMI, un pequeño dispositivo portátil que puede crear una red wifi en cualquier área, por muy apartada que sea. El dispositivo también sirve como centro de almacenamiento y proyector. De este modo, los productores acceden a material audiovisual, completan preguntas y dinámicas prácticas, lo que vuelve el aprendizaje más dinámico y colaborativo.


La aplicación es muy interesante. Aprendí cosas que desconocía, como la teoría para producir abono orgánico. Es la primera vez que utilizo una herramienta así, y resultó muy práctica. Quiero aplicar lo que aprendí hoy en mi parcela de café.”
José Medarí Ramos Reyes, productor de café.
“La aplicación es muy interesante. Aprendí cosas que desconocía, como la teoría para producir abono orgánico. Es la primera vez que utilizo una herramienta así, y resultó muy práctica. Quiero aplicar lo que aprendí hoy en mi parcela de café.”
José Medarí Ramos Reyes, productor de café.
Durante las capacitaciones, se trabaja en equipos para facilitar la interacción entre productores jóvenes y mayores para que todos los participantes ganen confianza en el uso de la tecnología, promoviendo un aprendizaje inclusivo.

Al trabajar juntos, los productores de todas las edades resuelven actividades y forman equipos sin que las diferencias generacionales sean una barrera, logrando resultados en conjunto.”
Iván Roblero, coordinador de Solidaridad en México.
Al trabajar juntos, los productores de todas las edades resuelven actividades y forman equipos sin que las diferencias generacionales sean una barrera, logrando resultados en conjunto.”
Iván Roblero, coordinador de Solidaridad en México.
Además, se capacitó a ocho técnicos especialistas en café de las cooperativas Kuali, Café Verde Oro de la Montaña y La Tribu en el uso de Agrolearning para que formen a 238 productores dentro de sus cooperativas.

Formación a formadores
Para fortalecer el acompañamiento que realizan los equipos técnicos, Agrolearning proporciona módulos de formación a formadores que consisten en tres componentes. El primer componente, el del “ser” busca fortalecer las habilidades de autoliderazgo, liderazgo y cómo enfrentar las situaciones con el productor, gestionando sus emociones y desenvolviéndose mejor. “El curso de formador de formadores es una herramienta para acercarnos más a nuestros agricultores, para saber qué comportamiento debemos tener con ellos, cómo romper el hielo y llevar adelante un proceso de motivación”, agrega Milton de ANAPO.
El segundo componente, el del “saber”, se centra en la transferencia de habilidades de facilitación educativa, tecnológica y relacionadas con la recolección de información y observación detallada. La idea es distanciarse de metodologías tradicionales basadas en presentaciones, apostando al intercambio con los productores y al juego. Y finalmente, el tercer componente es el del “saber hacer”, que implica ejercicios prácticos para que los formadores apliquen los conceptos de los otros dos componentes directamente con productores.


Lo que más me gustó es que la metodología de aprendizaje pueda ser participativa y que incluya juegos, la dinámica de que a través de los juegos uno puede aprender”.
Zunilda Oviedo, técnica del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, que también participó de los talleres.
“Lo que más me gustó es que la metodología de aprendizaje pueda ser participativa y que incluya juegos, la dinámica de que a través de los juegos uno puede aprender”.
Zunilda Oviedo, técnica del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Paraguay, que también participó de los talleres.
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Estas soluciones híbridas, concebidas como ecosistemas que integran plataformas digitales, canales de aprendizaje accesibles y acompañamiento directo en campo, han permitido que miles de agricultores en Latinoamérica accedan y se beneficien de nuevas oportunidades de formación. Con iniciativas como Agrolearning y el aula móvil, Solidaridad reafirma su compromiso con ampliar el alcance del conocimiento rural y fortalecer las capacidades de los territorios: herramientas que hoy también respaldan la labor diaria de cientos de equipos técnicos, facilitando un acompañamiento más cercano y efectivo, sin importar las distancias.


