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Fidel Hernández y Amazonía Connect: aprender para enseñar

Fidel
Amazonia Connect, Fidel, Colombia

Amazonía Connect ha sido un proyecto de aprendizajes para todos. Incluso para el profesor Fidel Hernández, docente de la Institución Educativa Rural Platanillo, en San José del Fragua, Caquetá, que decidió iniciarse en el mundo de la caficultura y hoy multiplica también desde su parcela las lecciones del programa. Después de las clases, se va para su finca, en la vereda Cafetales, a media hora en moto desde el pueblo, para seguir las labores en su cultivo.

Fidel, profesor en la escuela de la vereda Bellavista, donde enseña en preescolar y primaria desde hace 14 años, no tenía tierra ni sabía del cultivo del café. En su juventud, en un hogar humilde, aprendió a plantar, a rozar y a abonar, trabajando por jornales en cultivos de plátano, yuca y maíz. Con la llegada de Amazonía Connect, vio la oportunidad de renovar en su familia el vínculo con la tierra.

Amazonía Connect es una iniciativa de USAID, Solidaridad, Earth Innovation Institute, National Wildlife Federation, y la Universidad de Wisconsin-Madison. En colaboración con el Programa Regional Ambiental para la Amazonía, productores, compañías, gobiernos locales e instituciones financieras, Amazonía Connect promueve y escala la adopción de una agricultura de bajo carbono y la producción sostenible de productos básicos en Brasil, Colombia y Perú.

Fidel

“Ha sido una experiencia muy buena con mis hijos, porque así les enseña uno a cuidar el campo. Mientras uno menos daño le cause a la naturaleza, se va a beneficiar más adelante. El café es un cultivo que necesita sombra, entonces no hay que talar los árboles, sino que hay que sembrar y proteger”.

Fidel Hernández, caficultor de San José del Fragua, Caquetá

Cuidados que hacen florecer la vida con Amazonía Connect

La esposa de Fidel, Jesica Paola Gómez, con quien tiene un hijo de 11 años y dos gemelos de 8, fue quien inició con el programa de Amazonía Connect, pero no pudo continuar por enfermedad de uno de los niños. “Los médicos dijeron que de cada mil niños, a uno le da esa enfermedad. Fue una meningitis por un neumococo muy peligrosa para niños pequeños. A él le dio a los 6 años y estuvo en cuidados intensivos. Donde no le pongamos cuidado, hasta hubiera fallecido el niño”, cuenta él.

El pequeño fue remitido a Neiva, capital del Huila, a casi 300 kilómetros, donde estuvo hospitalizado. Y en reemplazo de su esposa, que se dedicó a cuidar al niño en esos días, de la mano de Amazonía Connect, Fidel se enamoró del cultivo del café. Tanto, que hoy es promotor del programa y replica todo lo que ha aprendido entre otros productores de su vereda.

“En San José del Fragua hay mucha gente que está metida en el cuento de la caficultura”, cuenta el profesor Fidel, que ahora tiene también el apoyo de sus suegros, que se fueron a vivir a la finca y ayudan en las tareas del cultivo, donde tiene 2.100 árboles de café plantados. “A pesar de que uno piensa que, por el clima, en estas tierras que no son altas no se diera café, estamos demostrando que sí se da; hay que lucharle un poquito, pero sí se da”, reitera.

Un nuevo espacio para enseñar entre cafetales

Desde su finca, en jornadas contrarias a las de la escuela, el profesor Fidel ahora tiene otro espacio para enseñar las lecciones de Amazonía Connect, orientadas a consolidar producción de calidad mediante prácticas de agricultura baja en carbono y generar compromisos de los pequeños agricultores contra la deforestación en la región. Sus hijos son los primeros en recibir sus enseñanzas. Han aprendido sobre el cultivo, desde la siembra de las pequeñas plantas y los cuidados de las primeras semanas, hasta las labores de rocería para mantener las malezas bajo control y de abono para que la tierra aporte los nutrientes que necesitan los árboles.

“Ha sido una experiencia muy buena con mis hijos, porque así les enseña uno a cuidar el campo. Mientras uno menos daño le cause a la naturaleza, se va a beneficiar más adelante”, apunta Fidel. “El café es un cultivo que necesita sombra, entonces no hay que talar los árboles, sino que hay que sembrar y proteger”. Resalta que el de Amazonía Connect es un proyecto que se puede multiplicar en la escuela, para que niños y niñas reconozcan la caficultura entre las alternativas que puede haber en la región alejadas de los cultivos ilícitos.

Las lecciones del profesor Fidel Hernández también sirven a otros productores, incluso a algunos que se iniciaron primero que él en la caficultura. A partir de la asesoría técnica de Amazonía Connect que le ha traído valiosos aprendizajes y de su vocación por enseñar, cada vez más cultivadores encuentran respuestas para lidiar con hongos y plagas en sus plantaciones, así como también los detalles para mejorar la productividad y la calidad de su café, conservando la naturaleza en una región clave para el futuro del planeta.

CONTACTO

Carlos Isaza

Gerente Programa Café

Colombia

[email protected]

Joel Brounen

Gerente Solidaridad

Colombia

joel.brounen@solidaridadnetwork.org

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