Café, Colombia, Historia

Arquímedes Ramírez lleva el saber del café con Amazonía Connect

Aunque nació en la región del Eje Cafetero de Colombia, fue en las montañas de San Vicente del Caguán, departamento de Caquetá, en la región de la Amazonía, donde Arquímedes Ramírez encontró la vocación caficultora que heredó de su familia. De Pueblo Rico, Risaralda, y con el nombre de uno de los matemáticos más grandes de la antigüedad, llegó al Caquetá a los 16 o 17 años según titubean sus recuerdos. 

La familia empezó por dedicarse a la ganadería tras comprar un terreno de bosque que convirtieron en lotes de pasto.“Nos tocó fundar. Por acá era puro hacha y machete; tumbar montaña, porque era lo que se usaba. Para uno era fácil comprar 50 o 60 hectáreas y tumbarlas para dedicarse a la ganadería”, cuenta Arquímedes. Amazonía Connect hoy trabaja en la región, para generar conciencia sobre el impacto de la deforestación en un territorio considerado vital por ser el área de bosque tropical más extenso que queda en el planeta.

Apenas pudo, compró su propio terreno para convertirse en ganadero independiente, como su padre. Ahora, con 53 años, piensa diferente frente al valor de la selva, orientado por las capacitaciones que ha recibido de los técnicos de Solidaridad, gracias al proyecto Amazonía Connect. Esta iniciativa de USAID, Solidaridad, Earth Innovation Institute, National Wildlife Federation, y la Universidad de Wisconsin-Madison, promueve la adopción de una agricultura baja en emisiones de carbono y la producción sostenible de productos básicos en Brasil, Colombia y Perú. En el caso del café, brinda asesoría técnica y financiera a los caficultores de la región para mejorar la calidad de su producto y mejorar el precio en comercialización, al igual que la sostenibilidad de sus cultivos.

El café del Caquetá es un café amazónico, un café que se puede producir con calidad triple A. Pero hasta ahora no sabíamos cómo hacerlo. Con estas capacitaciones, la gente se ha acostumbrado a trabajar con café de variedades mejoradas”.

Arquímedes Ramírez, caficultor de San Vicente del Caguán, Caquetá

Raíces que crecieron en tierras caqueteñas

Después de su paso por la ganadería, Arquímedes intentó tener éxito con varios emprendimientos de negocio en la cabecera urbana del pueblo. Aunque no se queja del resultado de esos proyectos, sí descubrió pronto que esa vida no lo hacía tan feliz como la del campo: “es como dicen, el que es del monte, es del monte”, sintetiza.

El amor por el café que llevaba en la sangre lo llevó a decidirse por ese cultivo, con un terreno que compró en la inspección de Guacamayas, en San Vicente del Caguán. En ese tiempo Arquímedes supo que iba a ser papá y eso lo llevó a asentarse. “Como la tierra que conseguí era en la cordillera, no servía mucho para la ganadería. Entonces, dije: vamos a ponerla para café y empecé a sembrar. En la región sí se veían algunos cultivos de café, pero eran muy pocos, como muy desorganizados”, recuerda. Hoy es presidente de la Asociación de Cafeteros de Guacamayas.

Sin proponérselo, Arquímedes se convirtió en ejemplo para otros sembradores de predios cercanos. Empezaron a ver que el café era una opción productiva posible en la zona de cordillera, en San Vicente. Ese liderazgo le sirvió para representar a su comunidad en temas de interés del sector cafetero. “Para cualquier información de la Alcaldía de San Vicente, que tenga que ver con el municipio, me llaman a mí. Yo soy el que estoy representando el tema cafetero acá”.

Como líder comunitario, Arquímedes tuvo su primer contacto con el proyecto Amazonía Connect en Florencia, la capital caqueteña. Fue el inicio de un trabajo que ha incentivado entre los caficultores del departamento el compromiso para optimizar sus procesos productivos: “Estamos trabajando de la mano con Solidaridad desde hace un año y medio, más o menos. Ha habido un cambio de pensamiento en la gente. Se han empezado a usar técnicas como los semilleros, los germinaderos. Ha sido un cambio total”, relató.

La introducción de estas prácticas técnicas ha servido para mejorar la productividad desde la selección de las semillas y el desarrollo de los árboles en sus primeros meses, antes de plantarlos, con lo que se logra un mayor aprovechamiento del terreno y mejorar las condiciones del cultivo.

El café de San Vicente al mercado de la alta calidad con Amazonía Connect

Una de las áreas de trabajo en las capacitaciones que ha traído Amazonía Connect ha sido la de la comercialización. Para ello, han contado con el apoyo de Siruma Coffee, empresa aliada de Solidaridad en este proyecto, especializada en promover exportaciones de café con un valor agregado, mediante la optimización de la calidad del producto.

Visitar los laboratorios de Siruma, dio vuelo a los sueños de Arquímedes para las montañas de su Caguán. “Fue una experiencia maravillosa; empezando porque yo no había tenido la oportunidad de montar en un avión y esa fue la primera vez. Recibimos mucha capacitación de los técnicos sobre comercialización”. En esa línea se llegó a un acuerdo con la exportadora para transformar por completo el proceso de venta del café que se produce en San Vicente.

Hasta el momento, las cargas del grano bajaban de la montaña a lomo de mula y se transportaban hacia Neiva en bus escalera, vehículo tradicional para el transporte por las carreteras sin pavimentar del campo colombiano, con la posibilidad de cargar productos y mercancías en la parte superior (denominada capacete), al que se accede a través de una escalera en la parte posterior. La mayoría del producto se vendía a intermediarios en el Huila, a un precio que compensaba poco todos esos esfuerzos.

Con la visión transformada hacia la producción de un café especializado, con criterios de sostenibilidad ambiental, Arquímedes es vocero de su comunidad para hablar de los alcances que ve en esa alternativa, con el respaldo de Siruma Coffee: “El café del Caquetá es un café amazónico, un café que se puede producir con calidad triple A. Pero hasta ahora no sabíamos cómo hacerlo. Con estas capacitaciones, la gente se ha acostumbrado a trabajar con café de variedades mejoradas”, concluyó este pionero de la caficultura en Guacamayas.

Ahora, cuando los pequeños productores ven los primeros granos de la cosecha en sus cultivos, esperan que el cambio generado desde Amazonía Connect traiga buenos resultados en los precios de su café. También el medio ambiente se verá beneficiado con un enfoque orientado hacia la producción de menores volúmenes, con una calidad notable, bajo prácticas que reconocen, además, la importancia de la selva amazónica desde la captura de carbono en la atmósfera, por un aire más limpio y la lucha contra la afectación global provocada por el cambio climático.

CONTACTO

Carlos Isaza

Gerente Programa Café

Colombia

[email protected]

Joel Brounen

Gerente Solidaridad

Colombia

joel.brounen@solidaridadnetwork.org

Conoce más sobre el programa Amazonía Connect

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