Ministros y secretarios de 25 países en Latinoamérica firmaron el viernes una declaración conjunta para asegurar el abastecimiento para los 620 millones de consumidores de la región.
El documento denominado “COVID-19 y los riesgos a las cadenas de abastecimiento de alimentos”, difundido por la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la Agricultura (FAO), asegura que hay 18 millones de productores de alimentos y miembros de cadenas de abastecimiento que siguen trabajando día a día en medio de la epidemia de COVID-19, para que los alimentos no escaseen.
El primer punto de la declaración asegura que la región cuenta con suficientes alimentos para asegurar el abastecimiento, por lo que no hay razones que justifiquen aumentos importantes en los precios internacionales de los alimentos. Los países firmantes hacen, por tanto, un llamado a impedir la especulación de precios en este momento de emergencia.
Si la pandemia se extiende en el tiempo, los países firmantes se han comprometido a asegurar los alimentos de forma sostenida dentro de sus cadenas locales, nacionales, regionales y globales a través de un serie de medidas coordinadas y adaptadas a la realidad de cada país:
- Proveer asistencia técnica y financiera a pequeños y medianos productores y agroindustrias
- Asegurar el funcionamiento regular de los mercados mayoristas
- Monitorear las cadenas logísticas para resolver cuellos de botella que puedan reducir su funcionamiento.
- Implementar programas de emergencia para prevenir las pérdidas y desperdicios de alimentos, incluídos bancos de alimentos
- Alentar el comercio electrónico.
Sobre este último punto, las plataformas y aplicaciones de comercio electrónico de alimentos son vistas como una medida de seguridad para reducir los contactos físicos durante la comercialización.
Los países que han firmado la declaración son: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Grenada, Guatemala, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Venezuela, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadina, Surinam y Uruguay. En particular, Brasil y México están entre los principales países agroexportadores del mundo, por lo que no solo alimentan a sus mercados nacionales, sino al mundo.
Además de FAO, la declaración cuenta con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), y el Instituto Interamericano de de Cooperación para la Agricultura, entre otras.
Solidaridad permanece cerca a los actores de las cadenas de suministro, con atención preferente hacia aquellos que producen los alimentos y las materias primas de las que dependemos todos nosotros, para colaborar con las soluciones urgentes del momento y aquellas estructurales, que a medida que salimos de la crisis, revelan su importancia para construir sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.