Plantada frente a la cámara, al fondo de la bodega con bultos de cacao en grano, Magaly —sonrisa orgullosa, frente levantada— es una mujer respondiendo al reto de su propio futuro. Magaly Restrepo Parra es cacaocultora de Maceo, en la región del Magdalena medio antioqueño. Conoce el olor del cacao desde muy niña, cuando su mamá jornaleaba en otras fincas y un día le dieron un pedazo de tierra que sembró para sostener a sus cinco hijos.
Lo que une a pequeños productores con Cacao+Sostenible
«Desde eso tengo un recuerdo muy bonito del cacao”, cuenta. Magaly hace parte de los 400 pequeños productores que participaron del programa Cacao+Sostenible, de Solidaridad Network, que inició en Maceo y Caracolí, en Antioquia, en 2020. Gracias a esta estrategia, que parte de una alianza con Swisscontact y Colcocoa, 250 productores con apoyo técnico exportan hoy cacao fino de aroma para el mercado europeo.
En Colombia, unas 65.000 familias producen alrededor 70.000 toneladas de cacao al año. Un 85% de esta producción se destina al consumo interno y el 15% restante se exporta. El Proyecto Cacao+Sostenible llegó a Maceo y Caracolí con el objetivo de preparar a los productores para los desafíos del cambio climático y la necesidad de que la agricultura evolucione hacia el uso de productos orgánicos. Magaly también tiene en su finca un cultivo de abejas. Ella sabe que la utilización de pesticidas e insumos químicos en la agricultura envenena a los insectos que producen miel y ayudan con la polinización a que las plantas den frutos.
Para Silvan Ziegler, gerente del programa Cacao+Sostenible, la implementación del programa beneficia toda la cadena de producción. “En primer lugar, porque las empresas suizas obtienen un cacao de fino aroma con certificación, que es muy apetecido en el mercado suizo y europeo. Segundo, porque se crea una relación comercial en donde los pequeños productores se benefician de los mejores precios que ofrece el mercado internacional”, explica.
La iniciativa ha beneficiado a 400 productores con la entrega de insumos agrícolas según las necesidades nutricionales identificadas en cada finca, formación en aspectos técnicos y en finanzas, así como el desarrollo de soluciones financieras y el acceso a los mercados internacionales de carbono a partir de la implementación de sistemas agroforestales.
“El programa de Cacao+Sostenible lo conocí porque mi esposo estaba en un programa que se llama Echar pa’lante, de Colcocoa. Ellos vieron que nosotros amamos este cultivo de cacao y de esto es que vivimos; entonces nos lo dieron a conocer”, dice Magaly. Y agrega: “he aprendido todo lo de poda y lo de calidad. Lo de calidad de cacao es lo que más nos ha interesado, porque nosotros transformamos el cacao en chocolate, entonces nos importa mucho cuidar esos estándares. Y otra cosa que nos anima mucho es vender cacao de buena calidad para que nos lo paguen mejor”.
“En primer lugar, porque las empresas suizas obtienen un cacao de fino aroma con certificación, que es muy apetecido en el mercado suizo y europeo. Segundo, porque se crea una relación comercial en donde los pequeños productores se benefician de los mejores precios que ofrece el mercado internacional”.
Silvan Ziegler, gerente del programa Cacao+Sostenible
Educación para el agro que supera barreras con Cacao+Sostenible
Alrededor de 150 productores han accedido a contenidos educativos integrados a la plataforma Agrolearning, que comprenden las áreas de nutrición, poda, manejo de plagas y enfermedades, así como en habilidades financieras. Teniendo en cuenta las limitaciones de acceso a internet en la zona, el programa ha incorporado capacitaciones grupales, acompañamiento individual y a través de grupos de WhatsApp. Además, se han implementado aulas móviles para que los productores se conecten a la plataforma y aprovechen los contenidos ofrecidos.
“Hemos participado primordialmente en dos líneas de trabajo: una de ellas relacionada con la producción soluciones educativas al alcance del pequeño cacaocultor, al tiempo que también se les ha permitido acceder a alternativas de inclusión financiera”, destaca Juan Fernando Gutiérrez, gerente de Cacao y Carbono de Solidaridad.
Otro logro de Cacao+Sostenible ha sido el acceso de 43 productores a un crédito, con pagos que se ajustan al ciclo de su negocio, con cosechas semestrales o trimestrales.
“Uno quisiera mejorar más y para eso se necesitan recursos económicos. Mirar que sí podamos pagar y que sí valga la pena hacer ese crédito”, señala Magaly, que hoy sueña con mejorar su casa y corresponder a los esfuerzos de su mamá con el mismo aroma del cacao. “Mi mamá en este momento no necesita tanta ayuda, pero el sueño es que cuando ella la necesite, poderla tener bien y no tener que irme de la vereda. O sea, saber estar en la vereda sin necesidad de irme a buscar recursos a otra parte, sino que el mismo cacao nos de lo que necesitamos”.