
El Barómetro Palmero, que se lanzó este junio, consolida información sobre la producción de aceite de palma de cinco países de la región, incluyendo el rol de los productores de pequeña escala, las dinámicas y tendencias del mercado y la implementación de modelos de producción certificados.
El 8 de junio, en un webinar que contó con la participación de Juan Lezaca, Team Leader Traceability for export products and sustainability in Colombia (EU), José Alejandro Moreno, Coordinador de Sostenibilidad, Cargill, Bella Sosa, Gerente Regional RSPO para productores de pequeña escala y Pedro Seijas, Gestor APROMAN y miembro de la Junta de Gobernadores RSPO, se analizaron los hallazgos de la publicación y se discutió en panel la situación actual de la palma sostenible en Latinoamérica.
Crecimiento y diversidad: claves del escenario palmero.
Juan Lezaca comenzó su presentación sobre los hallazgos del Barómetro Palmero 2025 mencionando que Latinoamérica ha alcanzado una participación de cerca del 8 % dentro de la producción mundial de palma de aceite en los últimos años. Si bien esto puede parecer, a primera vista, marginal en comparación con los volúmenes producidos en Asia, la realidad es que la palmicultura en la región viene creciendo al doble del ritmo mundial, con un aumento orgánico del 6,6 %. En línea con esta tendencia, la palma de aceite se ha posicionado como uno de los principales cultivos agrícolas en México, Honduras, Guatemala, Perú, Ecuador, Brasil y Colombia.

Lo que también resulta destacable es la disparidad que caracteriza a la región en términos de área, producción, rendimientos y tipología de productores. Retomando el tema del crecimiento. Lezaca mencionó que México, por ejemplo, viene creciendo a más del 20 %, mientras que Colombia, país que lidera la producción regional con un área de 600.000 hectáreas, presenta un crecimiento orgánico inferior al 4 %. Asimismo, los rendimiento en fruta fresca – indicador de más cercano a los productores y a la finca que el aceite-, varían entre las 12 toneladas en promedio en Perú, a las 25 toneladas en Guatemala.

Donde mayor homogeneidad puede encontrarse es en la proporción de productores de pequeña escala que conforman la matriz productiva. Con la excepción de Guatemala, que tiene cerca de un 50 % de productores de pequeña escala, Colombia presenta un 75 %, y Perú, México y Honduras cuentan con más del 90 % de productores de pequeña escala.
Evidenciar, incluir y colaborar
Otro punto en común entre los países productores, y que se presenta como un diferencial de mercado frente a otras regiones, es que la deforestación en Latinoamérica no es impulsada por el crecimiento de la palmicultura. De hecho, la palma es responsable de no más que el 5% de la deforestación. Estos datos facilitan la preparación para la entrada en vigor del nuevo reglamento europeo sobre deforestación (EUDR).

No obstante, remarca Lezaca, al pasar de datos productivos a datos sobre temas sociales, laborales o prácticas sostenibles, que son relevantes para el cumplimiento de la Debida Diligencia, el escenario cambia. Existe escasa información sobre cumplimiento legal en términos de Derechos Humanos, la tenencia de la tierra y normas ambientales, sea a nivel micro de los productores como a nivel macro del comportamiento sectorial o del comportamiento nacional.

Uno de los grandes retos que tenemos en Latinoamérica es que no solo los gremios, sino las asociaciones y los mismos productores deben empezar a preocuparse por tener cada vez mejor información.»
Juan Lezaca, Team Leader Traceability for export products and sustainability in Colombia (EU)
«Uno de los grandes retos que tenemos en Latinoamérica es que no solo los gremios, sino las asociaciones y los mismos productores deben empezar a preocuparse por tener cada vez mejor información.»
Juan Lezaca, Team Leader Traceability for export products and sustainability in Colombia (EU)
Uno de los primeros llamados a la acción del evento fue redoblar los esfuerzos para recoger datos que son necesarios para que las extractoras, los proveedores indirectos y los productores de pequeña escala puedan demostrar que tienen cumplimiento legal.
Otro de los llamados a la acción provino del panel, donde Bella Sosa se refirió a la falta de políticas que tomen en cuenta a los productores a pequeña escala en su diseño, aunque representen tanto como el 40% de la base productiva del sector:

Creo que hablamos mucho de inclusión, pero muchas veces tanto las políticas internacionales o regulaciones internacionales, y a veces las políticas, muchas veces cuando se diseñan no toman en consideración la inclusión de los pequeños productores.”
Bella Sosa, Gerente Regional RSPO para productores de pequeña escala
“Creo que hablamos mucho de inclusión, pero muchas veces tanto las políticas internacionales o regulaciones internacionales, y a veces las políticas, muchas veces cuando se diseñan no toman en consideración la inclusión de los pequeños productores.”
Bella Sosa, Gerente Regional RSPO para productores de pequeña escala
Frente a estos retos, se hizo hincapié en la necesidad de una agenda colaborativa y pre competitiva, que promueva el intercambio de experiencias y genere un mayor flujo de información. Esta acción no solo ayudaría a diseñar políticas que favorezcan la inclusión de productores de pequeña escala en mercados internacionales, sino a encontrar soluciones a más corto plazo a la disparidad de contextos antes mencionada.

Motores de sostenibilidad
Continuando la discusión acerca de qué medidas se podrían tomar a nivel regional para acelerar un crecimiento sostenible en la región, se destacó el rol de las comercializadoras. El sector de la palma de aceite cuenta con empresas de alcance global, que ya vienen trabajando en sostenibilidad en otras latitudes. Alejandro Moreno mencionó, de hecho, que el 100% de las 70 extractoras con que trabajan con Cargill desde México hasta Colombia ya han completado un proceso de debida diligencia, y que la empresa cuenta ya con más del 95 % de los mapas de polígonos de sus proveedores directos e indirectos en la región.
Según Moreno, una ventaja de Latinoamérica con respecto a otros orígenes, como Indonesia y Malasia, en relación a su preparación frente a la EUDR, es que la región presenta menos brechas y una cadena de abastecimiento menos compleja.

Nosotros (en Latinoamérica) hacemos compras directamente a las extractoras, lo que nos permite tener una relación muy cercana con ellas, mientras que en Indonesia estamos hablando de miles de extractoras, muchas de ellas indirectas, que realmente no permite ese nivel de engagement que tenemos en la región.”
José Alejandro Moreno, Coordinador de Sostenibilidad, Cargill
“Nosotros (en Latinoamérica) hacemos compras directamente a las extractoras, lo que nos permite tener una relación muy cercana con ellas, mientras que en Indonesia estamos hablando de miles de extractoras, muchas de ellas indirectas, que realmente no permite ese nivel de engagement que tenemos en la región.”
José Alejandro Moreno, Coordinador de Sostenibilidad, Cargill
Una segunda “palanca”, a nivel de finca y de productores de pequeña escala, más allá de los requisitos del estándar de la RSPO o la regulación europea, es verificar y brindar evidencia a los productores de que la aplicación de prácticas sostenibles inciden en la productividad y la rentabilidad de los cultivos. Sin esta lógica, de no existir una exigencia o una regulación; ¿por qué el productor seguiría manejando su palma en forma sostenible? Como explica Pedro Seijas:

La clave es tener capacitaciones continuas, no solamente para los productores, sino para el personal técnico, porque tenemos que modificar nuestras estrategias de intervención en el campo para que estas buenas prácticas agrícolas, estas buenas prácticas de gestión, estos compromisos ambientales que asumimos, signifiquen una mejora en la productividad y en la rentabilidad.”
Pedro Seijas, Gestor APROMAN y miembro de la Junta de Gobernadores RSPO
“La clave es tener capacitaciones continuas, no solamente para los productores, sino para el personal técnico, porque tenemos que modificar nuestras estrategias de intervención en el campo para que estas buenas prácticas agrícolas, estas buenas prácticas de gestión, estos compromisos ambientales que asumimos, signifiquen una mejora en la productividad y en la rentabilidad.”
Pedro Seijas, Gestor APROMAN y miembro de la Junta de Gobernadores RSPO
En línea con el llamado realizado por Bella Sosa, Seijas también puso énfasis en la conformación de redes de apoyo técnico y asociativo entre los países de la región para apoyarse a partir de la experiencias que surgen en cada realidad.
Finalmente se mencionó la oportunidad que representa promover el consumo local de aceite de palma, sensibilizando a los ciudadanos acerca del valor del aceite de palma como producto nacional hecho de forma responsable. Esta es una tendencia de consumo que ya se ve con el café: ya que se hace un esfuerzo importante por certificar el aceite de palma a exportar como sostenible, ¿por qué no consumirlo localmente? En los últimos cinco años Latinoamérica no solo ha crecido, sino que ha sido la región palmera con mayor crecimiento relativo en lo que significa oferta certificada.
“Necesitamos promover este consumo con reconocimiento de prácticas sostenibles a través de la RSPO, de los estándares nacionales, y de las mismas políticas de compra de empresas como Cargill, y también facilitar que los consumidores estén más informados”, explica María Goretti Esquivel, gerente de palma de Solidaridad en Colombia, y concluye el evento enfatizando:

Evidenciar, incluir, promover el consumo, y que esto sea también clave para seguir en nuestro trabajo articulado con los actores de la agroindustria.”
María Goretti Esquivel, gerente del programa de palma en Colombia, Solidaridad
“Evidenciar, incluir, promover el consumo, y que esto sea también clave para seguir en nuestro trabajo articulado con los actores de la agroindustria.”
María Goretti Esquivel, gerente del programa de palma en Colombia, Solidaridad