La producción del aceite de palma es económica, produce altos rendimientos, y puede generar casi 10 veces la cantidad de energía consumida en su producción. En un escenario internacional donde el cultivo ha sido responsable de la pérdida de biodiversidad y bosques tropicales, surge la oportunidad de posicionar la palma de nuestra región como una palma sin deforestación, que brinde un mejor ingreso a pequeños productores incluyéndolos en cadenas de suministro responsables.
DESAFÍOS & SOLUCIONES
Mantener o impulsar la producción de aceite de palma conservando los bosques, las turberas, las zonas riparias y las sabanas naturales es posible. La solución está en aprovechar zonas dentro de la frontera agrícola.
Trabajar con miras a este objetivo ha sido nuestra estrategia. En 2017 Solidaridad y los miembros de la Plataforma de Comercio Sostenible firman el primer Acuerdo Nacional de Cero Deforestación en palma de Colombia, y en 2019 Solidaridad lidera la firma del Acuerdo para la Cero Deforestación en la Cadena de Aceite de Palma en Honduras.
La industria del aceite de palma está dominada por grandes empresas. Sin embargo, una parte considerable de la producción mundial está a cargo de pequeños productores. A medida que las empresas buscan mitigar los riesgos en sus cadenas de suministro, surgen oportunidades para integrar a estos pequeños productores en programas de mejora. Nuestro modelo de asistencia técnica puede ser adoptado, ya sea por grandes plantaciones como por pequeños productores. De este modo, pueden mejorar su productividad, seguridad y eficiencia. Además, la certificación es un incentivo adicional para formalizar la situación de los trabajadores rurales y asegurar una producción protegiendo la biodiversidad y los derechos humanos de todos los involucrados en la producción.
Uno de los cuellos de botella en la región para que los pequeños productores de aceite de palma puedan acceder a financiación y convertir su producción en sostenible, es la falta de datos económicos confiables de las pequeñas propiedades. En Colombia, ya estamos trabajando con pequeños productores, plantas de procesamiento, proveedores de tecnología financiera e instituciones financieras para producir datos económicos confiables que reduzcan el riesgo de inversiones.