Una nueva aplicación para Android, desarrollada por Solidaridad, permite a las familias contabilizar las acciones que cada miembro dedica a tareas del hogar en la semana. Esto permite valorizar el trabajo que, en general, realizan las mujeres y propiciar una redistribución más equitativa de las mismas. Así, las familias pueden también ver la cantidad de horas de trabajo doméstico ahorrado a la persona que las realizaba, calcular su equivalencia en salario remunerado y registrar en qué se emplearon: ocio, estudio o actividades remuneradas, siendo la meta final un mayor bienestar.
“Aumentar la felicidad familiar depende de una justa distribución de las tareas del hogar, por eso con Famipuntos todos vamos a ganar”. Así se describe la promesa de uso de la aplicación diseñada por Claudia Cardona, coordinadora de proyectos de café de Solidaridad en Colombia, para integrar los temas de equidad de género en los procesos de asistencia técnica agrícola.
FAMIPUNTOS consta de una versión digital (aplicación móvil que puedes descargar de este enlace) y una análoga de tablero. Ambas son diligenciadas por las familias rurales semanalmente para reconocer y valorar el aporte que cada uno de los integrantes hace al cuidado del hogar, con miras a desarrollar el sentido de corresponsabilidad, y así mejorar la distribución de cargas de trabajo de las mujeres, quienes normalmente asumen esta responsabilidad.
“La economía del cuidado comprende la producción, distribución, intercambio y consumo de los servicios, actividades y prácticas necesarias para la supervivencia cotidiana de las personas, tales como: cocinar, limpiar el hogar, atender a las personas que lo requieren, entre otras”. Mesa Intersectorial de la Economía del Cuidado, 2020
“En un mundo que descuida, el cuidado es revolucionario”
Esta frase de Eleonor Faur, doctora en Ciencias Sociales, resume el papel protagónico pero muchas veces invisible de una tarea que recae con mayor peso sobre las mujeres. Y cuidar de otros y asumir las tareas del hogar implica, en la mayoría de los casos, una sobrecarga laboral: contar con menos tiempo disponible para el ocio y la recreación, limitar el desarrollo de actividades remuneradas, y en muchos de los casos hasta relegar el autocuidado.
Históricamente la economía del cuidado se ha centrado en las mujeres, bien porque es un patrón heredado o por la construcción social y cultural de los estereotipos de género. Por eso la importancia de transformar estos comportamientos desde acciones concretas con las familias, abrir conversaciones en las que se desmitifique el concepto de “ayudar” en el hogar, y hacernos conscientes de que todos debemos asumir roles y funciones en la economía del cuidado.
Actualmente se ven cambios importantes, como por ejemplo que los hombres hayan aumentado el tiempo de cuidado en sus hogares, pero aún existen brechas por cerrar.
Según la OIT la mayor parte del trabajo del cuidado es realizado por personas no remuneradas, siendo el 76,2% mujeres y niñas. En Colombia el valor económico del trabajo de cuidado no remunerado fue de COP185,7 billones, que equivalen al 20% del PIB, una cifra nada despreciable que debe estar al centro de la discusión de políticas y programas que redistribuyan mejor las condiciones económicas. Mesa Intersectorial de la Economía del Cuidado, 2020
¿Por qué la economía del cuidado es clave en el contexto rural?
Fuente: Estudio de condiciones demográficas, sociales y económicas de las mujeres rurales del país (MADR, UE y FAO, 2020)
El análisis de género para el sector café, realizado por Solidaridad en 2017, plantea como una de sus recomendaciones la importancia de una asignación más equitativa de roles y funciones dentro de los hogares rurales. Asimismo, aconseja reconocer el valor de estas contribuciones y respetar la dignidad de las mujeres que las realizan, mediante una asignación más justa de los beneficios económicos y sociales.
Dicha recomendación cobra relevancia según los datos del estudio de condiciones demográficas, sociales y económicas de las mujeres rurales publicado en 2020, ya que a nivel nacional, las mujeres rurales representan el 47,2% de la población que habita las zonas rurales. Entre 2010 y 2018 el porcentaje de hogares rurales con jefatura femenina aumentó casi en un 4%, con una marcada reducción del tamaño de la familia, y una menor participación de la mujer en el mercado laboral.
Las mujeres son quienes destinan la mayor cantidad de tiempo a actividades asociadas al cuidado, ocho horas diarias frente a tres horas diarias de los hombres, y las que más participan en el desempeño de estas actividades, 93% de las mujeres frente al 61% de los hombres. Esto disminuye su tiempo disponible para socializar, para estudiar y para participar en el mercado laboral con una justa remuneración.
A todas luces, este panorama pone de relieve la importancia de contar con una sociedad más justa y equitativa, en la que hombres y mujeres puedan aprender y apropiarse de nuevas prácticas del cuidado, aplicando una fórmula sencilla y eficaz: “aprender- haciendo”.
¿Cómo puede contribuir FAMIPUNTOS a la economía del cuidado?
La aplicación para dispositivos Android permite:
- Llevar un registro de los integrantes de la familia y su participación en las actividades del hogar asociadas al trabajo doméstico.
- Posterior a dicho registro, los integrantes pueden votar una vez a la semana y reconocer la participación de sus familiares en las labores, con el objetivo de gamificar la realización de actividades, y proveer una recompensa emocional a los miembros de la familia que más se hayan involucrado.
- La aplicación permite ingresar las horas ahorradas a quien venía liderando esas labores en el hogar y hacer un cálculo económico -basado en el salario mínimo legal mensual vigente- para hacer visible su aporte.
- Finalmente, se pueden registrar las actividades realizadas en el tiempo ahorrado.
Al ser un producto offline, la aplicación da la opción de exportar la información almacenada en un formato de representación de datos específico, por ejemplo, CSV, JSON, XML, XLSX y compartirla a través de correo electrónico, whatsapp, entre otros.
CAMBIOS ESPERADOS CON LA APLICACIÓN DE FAMIPUNTOS
Para las organizaciones aliadas:
- Colección de datos sobre el uso del tiempo libre y valoración económica del tiempo invertido en la economía del cuidado por parte de las mujeres rurales, para la formulación de proyectos o estrategias de intervención.
- Fortalecimiento de emprendimientos para las mujeres rurales conectados con sus pasatiempos.
Para las familias cafeteras:
- Mejora la distribución de las cargas de trabajo asociadas a la economía del cuidado.
- Recompensas emocionales para los integrantes de las familias que acumulen mayor cantidad de FAMIPUNTOS.
- Aumenta el bienestar de la familia a partir de nuevas prácticas de cuidado que se mantienen en el tiempo.
Este año 2020 ha sido atípico para las familias porque la cuarentena ha propiciado un ejercicio más responsable para compartir los cuidados del hogar entre todos sus miembros. Esperamos que estas prácticas se perpetúen y gocemos de una mejor redistribución de la economía del cuidado para que todos ganemos.
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