Culmina el proyecto “Soya Sostenible”

Mediante visitas de asistencia técnica con un enfoque de mejora contínua, el proyecto apoyó a los 200 productores en la adopción de buenas prácticas agrícolas, ambientales y sociales para avanzar hacia una gestión sostenible y responsable de la producción de soya. 

Además, a partir de las distintas charlas organizadas, más de 600 productores  recibieron formación en temáticas como manejo de residuos, manejo seguro de agroquímicos, cumplimiento normativo, manejo integrado de plagas y enfermedades y/o malezas en el cultivo. 

En términos generales, los productores demostraron mucho interés y entusiasmo en formar parte del proyecto. Los conocimientos adquiridos les han permitido, de manera gradual,  tener un control eficiente de todas las actividades de producción y así incrementar sus rendimientos e ingresos, mejorando la calidad de vida  de sus familias. 

Mejoras concretas

A través de la aplicación Extension Solution los técnicos de Anapo pudieron ir monitoreando las mejoras adoptadas por los productores y evaluar el nivel alcanzado en relación con la evaluación inicial que se había hecho de los predios. Al final del proyecto, 161 de los 175 participantes que se encontraban en nivel 1 al principio del proyecto pasaron a nivel 2, lo que significa que hoy cumplen con el 100% de acciones urgentes en todos los pilares del proyecto.

Eventos de cierre de proyecto en El Puente, San Julián, Cuatro Cañadas y Okinawa 1 donde se entregaron certificados de participación a los productores.

En el pilar relacionado a las prácticas de gestión de la finca, se buscó mejorar el manejo administrativo de las propiedades, incluyendo registros y documentación legal vigente vinculada a la titulación de la propiedad, así como mecanismos para resolver quejas o reclamos de la comunidad, entre otros temas. Al final del proyecto, el 88 % (175) de los productores alcanzaron el máximo nivel (4). 

En el pilar social, se trabajaron aspectos vinculados a las condiciones laborales y el respeto por los derechos humanos. Por ejemplo, verificar que los trabajadores estén registrados y cuenten con contratos laborales, que perciban al menos un salario mínimo, que cuenten con acceso a agua potable, servicios sanitarios y equipos de seguridad, días de descanso y vacaciones. En este pilar se redujo el número de productores en el nivel 1 del 29% (58) al 1% (1) y el número de productores que pasaron al nivel 4 aumentó un 32% (64). 

En el pilar ambiental, se buscó mejorar aspectos vinculados a la producción agrícola y la conservación de la naturaleza como, por ejemplo, realizar un manejo responsable de los residuos, proteger los cauces hídricos, y respetar la norma de Servidumbre Ecológica para evitar la caza o recolección de especies en peligro de extinción. Al final del proyecto, los 50  productores que se encontraban en el nivel 1 en la línea de base pasaron de nivel, los productores en nivel 3 aumentaron un 37% y un 11% llegó a nivel 4. 

Finalmente, en el pilar productivo, se trabajaron temas relacionados a la producción y los insumos agrícolas especialmente útiles para mejorar los rindes. Se buscó implementar análisis de semillas, selección de variedades de soya, siembra directa, coberturas, rotación de cultivos, agricultura de precisión, y métodos de control de plagas y enfermedades. Asimismo, se trabajó la aplicación responsable de agroquímicos, respetando distancias y tomando medidas de seguridad para su almacenamiento y desecho, como el triple lavado y la perforación. De los 160 productores que estaban identificados en el nivel 1 al principio del proyecto 154 pasaron de nivel, encontrándose al final del proyecto un 92% (184) en nivel 2, y un 5% restante en nivel 3 o 4. 

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