Durante esta semana están teniendo lugar dos eventos que reúnen a palmicultores de todo Latinoamérica para intercambiar ideas sobre los procesos de certificación del estándar de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO) y discutir sobre las oportunidades que se le presentan al continente de mostrar un producto diferenciado ante el mercado internacional.
PROGRESO Y DESAFÍOS DE LA REGIÓN
Según Darrel Webber, CEO de RSPO, Latinoamérica es la región que más a ha avanzado en certificación en los últimos años. De hecho, desde 2014 hasta la fecha ha triplicado su volumen de aceite certificado.
Una de la razones que hacen prioritario certificarse es la presión que está recibiendo el Parlamento Europeo por parte de la sociedad civil en contra de la deforestación causada por el cultivo de palma de aceite. Si bien el nivel de deforestación originado en Latinoamérica por el sector palmero está lejos de alcanzar los de Malasia e Indonesia, la presión internacional no hace distinciones entre países con propuestas como la de prohibir la importación de aceite de palma para las mezclas de biodiesel. Otra razón para acelerar el proceso es el uso que se está dando de la etiqueta “Sin aceite de palma” como ventaja competitiva, no sólo en reconocidas marcas sino incluso en supermercados lo que comunica erróneamente que el problema es el producto y no las prácticas asociadas al mismo que pueden variar de un lugar a otro.
Por esta razón, Colombia, que es el país líder en producción de palma en Latinoamérica, ha asumido un compromiso de cero deforestación en la cadena del aceite de palma. La iniciativa es liderada por el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, y participan de ella empresas palmicultoras, industriales, compradores internacionales y organizaciones de la sociedad civil, entre las cuales están la Federación Nacional de Palmicultores (Fedepalma) y Solidaridad misma.
Luis Francisco Dangond, Presidente de la Junta Directiva de Fedepalma sobre la sostenibilidad ambiental de la palma en Colombia
Otra iniciativa pionera en la región es el proceso de Certificación Jurisdiccional que el gobierno de Ecuador está llevando adelante junto a productores de palma de aceite y la sociedad civil, similar a la que se está gestando en Nicaragua donde, por lo pronto, se está a la espera del respaldo gubernamental. Al elevar la adopción de los principios y criterios de RSPO a nivel de política nacional, este tipo de iniciativas facilitan la inclusión de todos los actores de la cadena de suministro, grandes y pequeños, para que transiten juntos hacia una producción de aceite de palma sostenible, sin deforestación.
EL ROL DE LOS PEQUEÑOS PALMICULTORES EN LATINOAMÉRICA
El equipo de palma de Solidaridad de Sudamérica y Centro América, reunidos en la Conferencia Latinoamericana de RSPO en Cali
Cerca del 40 por ciento de la producción total de aceite de palma a nivel mundial es producida por aproximadamente 3 millones de pequeños palmicultores alrededor del mundo. En países como Colombia, Ecuador, Perú, México u Honduras, los pequeños palmicultores juegan un rol prioritario debido a que aportan más del 40% área sembrada. Asimismo, son quienes enfrentan mayores retos para llevar adelante una producción sostenible. Mientras las grandes empresas privadas poseen la capacidad para iniciar su propio proceso de mejora continua con miras a la certificación, los pequeños deben lidiar con prácticas agrícolas deficientes, barreras logísticas, baja productividad, dificultad de acceso a financiamiento y mercados, y de otro lado familiarizarse con la conservación de la biodiversidad y el cambio de uso de suelo.
Si no generamos vehículos para incluir a los pequeños palmicultores en las estrategias de sostenibilidad, no será posible alcanzar un sector de palma sostenible en la región.
En países, como Colombia, Ecuador o Brasil, las empresas y las grandes extractoras privadas ya entendieron que apoyar la certificación de los pequeños es un requisito para operar, y los gremios ya están trabajando en conjunto con el Gobierno, la academia y las organizaciones de la sociedad civil para empujar el tren. Perú está dando los primeros pasos en este sentido. Solidaridad está participando en este país de una iniciativa en una de las principales regiones productoras con fondos públicos, el Grupo Palmas -una de las empresas más importantes del país-, y grupos de pequeños palmicultores organizados apuntan a trabajar en buenas prácticas de sostenibilidad libres de deforestación, así como lograr la certificación RSPO.
Sandra Doig, Gerente de Sostenibilidad del Grupo Palmas de Perú, se refiere al rol central de los pequeños productores de palma en su política de sostenibilidad y cómo la norma revisada de la RSPO facilitará su certificación.
SOLUCIONES PARA INTEGRAR PEQUEÑOS PRODUCTORES
El trabajo de Solidaridad en la región está siendo, por un lado, alinear esfuerzos y ayudar a articular a los diferentes actores para que aporten conjuntamente en los procesos de certificación de los pequeños. Por el otro, está en el desarrollo de modelos de negocio y soluciones para acelerar y escalar la adopción de buenas prácticas en campo.
- Integrar los desafíos del pequeño productor en el marco un Manejo Integrado de Paisajes.
En Centroamérica, Solidaridad aborda el trabajo en palma desde un Manejo Integrado de Paisajes (MIP), es decir, tomando en cuenta otros cultivos y actividades económicas presentes en una misma eco-región. El objetivo último de estas intervenciones es contribuir a una gobernanza del paisaje que mejore los medios de subsistencia de los pequeños productores, la seguridad alimentaria y la resiliencia al cambio climático en la Región de Mesoamérica.
Un ejemplo de esto es la iniciativa “Paisajes sostenibles” (PASOS), una plataforma que ha reunido al sector palmero como punta de lanza, mujeres cacaoteras, representantes del sector turístico, alcaldes y muchos más actores interesados en la sostenibilidad de la Zona Litoral Norte de Honduras.
La plataforma facilita el intercambio de conocimientos, el diálogo inclusivo y la negociación colaborativa para determinar una visión conjunta de paisaje orientada hacia la sostenibilidad. Algunos de los temas que aborda son el fortalecimiento de los marcos regulatorios a nivel nacional, la promoción del uso sostenible de la tierra a través de evaluaciones participativas del paisaje, y la mejora de la capacidad de los responsables de la formulación de políticas para desarrollar una planificación a nivel regional. El resultado más alentador de este proceso es ver cómo se han creado grupos de trabajo multisectoriales que usualmente no se relacionan, pero ahora están trabajando bajo sus propios términos por mejorar el manejo de los recursos con los que cuentan dentro de su territorio.
A la Zona Litoral Norte de Honduras le sigue la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS) en Nicaragua, donde el avance de la frontera agrícola y la vulnerabilidad ante el cambio climático ha generado un sentido de urgencia para involucrar a todos los actores y desarrollar políticas públicas que permitan un desarrollo social y económico basado en modelos sostenibles.
Asimismo, el enfoque en MIP ha permitido a Solidaridad apoyar la estrategia de RSPO en Centro América en materia de fondos de compensación, sumando inversiones privadas para apoyar áreas de conservación de importancia para la región.
- Modelos de negocio viables para pequeños palmicultores
El mayor desafío con respecto a la inclusión de los pequeños agricultores en cadenas de suministro sostenibles, es el modelo de negocio. En primera instancia, los costos y esfuerzos son sustanciales y en algunos casos más altos que para las grandes plantaciones. En segundo lugar, los beneficios de la certificación son parcialmente indirectos, pues la recompensa de la implementación de buenas prácticas agrícolas normalmente toma su tiempo en materializarse. Otros temas incluyen la dificultad en configurar un sistema de control interno, el acceso limitado a títulos de propiedad de la tierra, y la obligación para analizar y respetar propiedades con un alto valor de conservación, requerimientos importantes dentro del estándar RSPO.
A través de modelos innovadores de cooperación, Solidaridad se ha puesto en la tarea de superar estos retos para impulsar la inclusión de los pequeños productores en las cadenas mundiales de suministro de aceite de palma. Hacemos ésto apoyando la configuración de proyectos de campo cuyo objetivo es introducir buenas prácticas, involucrando a las plantas extractoras, a los fabricantes de productos finales y a otros agentes del mercado, como por ejemplo comercializadoras y compradores internacionales. De esta manera, creamos alianzas público privadas para construir cadenas inclusivas de suministro de aceite de palma sostenible.
Con este reto en mente, Solidaridad creó el sistema Farming Solution, una herramienta digital especialmente diseñada para fortalecer la colaboración a lo largo de la cadena de suministro y apoyar la mejora continua de la producción agrícola. Específicamente en Colombia, junto a Fedepalma y con el apoyo de Henkel, en 2018 iniciamos un proyecto que adaptará esta herramienta de autoevaluación, planificación y monitoreo para involucrar formalmente a 650 pequeños productores de aceite de palma dentro de la cadena de valor sostenible.
Humberto Pérez, Gerente General de Henkel para Colombia habla sobre la iniciativa con Solidaridad utilizando Farming Solutions
El funcionamiento de Farming Solution responde a:
1. Entender los desafíos: mediante una guía de autoevaluación el productor realiza un escaneo rápido de su sistema de producción.
2. Identificar la ruta a seguir: al instante, el productor recibe una hoja de ruta hecha a la medida junto con un conjunto de recomendaciones sobre cómo priorizar las acciones y mejorar las prácticas. Además, los puntos de referencia del grupo permiten a las asociaciones y socios de la cadena de valor identificar agregadamente los desafíos por grupo de productores.
3. Ajustar el plan: el productor crea un plan de acción junto con estimaciones de costos para mejorar sus prácticas a su propio ritmo, teniendo en cuenta las prioridades y la disponibilidad de recursos.
4. Acceder a materiales de apoyo: para saber cómo implementar el plan de acción, el palmicultor puede acceder a una biblioteca en línea que proporciona manuales o videos con orientaciones concretas sobre cómo mejorar el desempeño económico, social y ambiental.
5. Monitorear el progreso: la actualización de datos en línea permite el monitoreo, la evaluación comparativa de grupos de pares y la presentación de informes de mejoras.
6. Prepararse para la certificación: al llegar a un nivel avanzado, los palmicultores interesados en certificar su producción pueden tener acceso a una lista de verificación.
En definitiva, para Solidaridad y nuestros aliados la sostenibilidad proporciona valor agregado a su cadena de producción y es de crucial importancia como elemento diferenciador para competir y posicionar al sector en el mercado internacional.