Con muchos años de trabajo en el Perú, el programa de café y cacao que viene impulsando Solidaridad, tiene muchos resultados que mostrar. Ezio Varese, Gerente del Programa enfocado en dichos productos, apunta que la etapa más reciente, iniciada en 2018, cumplió la segunda fase del proyecto Café del Futuro que ha cubierto con asistencia técnica en cultivo climáticamente inteligente a un promedio de 3,000 familias cafetaleras, principalmente de la región San Martín, pero también de parte de Cajamarca y Amazonas. Asimismo, se ha venido impulsando prácticas circulares y de caficultura climáticamente inteligente en cerca de 10,000 hectáreas de café.
¿En qué consiste la práctica de una caficultura climáticamente inteligente? Varese señala que es un concepto generado por la FAO que implica ser más eficientes y productivos en el manejo de los cultivos, buscando en el camino reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e incluso generar capturas de carbono en favor del ambiente y mejora de las comunidades comprendidas en el trabajo. El modelo de caficultura climáticamente inteligente de Solidaridad concilia los esfuerzos en mejoras económicas para productores, conservación de los bosques y fortalecimiento de estructuras sociales.
“La caficultura tradicional no es sostenible, hay que hacer muchas prácticas que no favorecen el mantenimiento del suelo, la conservación de los bosques o generan mayores emisiones, están en un círculo vicioso que en vez de generar riqueza para las familias mantiene la pobreza en el largo plazo”, explica.
Propuesta agroforestal
Uno de los pilares impulsados en el modelo tecnológico es el manejo bajo sombra de la producción a través del uso de árboles maderables que duren hasta 25 años y puedan ofrecer ingresos de hasta 60 mil soles para renovar la plantación aún sin acudir a créditos. Se hace una mejora del beneficio en cosecha y poscosecha con el reúso de las aguas (agua miel producto del lavado) para que no se viertan en ríos o quebradas y se reintroduzca en el cultivo como fertilizante.
Proyección del café con futuro
El vocero de Solidaridad asegura que con esta propuesta la producción en el cultivo de café se ha incrementado de 7.3 quintales en promedio por hectárea a 17.9 quintales. Si bien la llegada del covid significó una complicación de las labores, ahora se abocan a la transferencia tecnológica con parcelas pilotos donde se capacita a los productores para que sean ellos quienes retransmitan ese conocimiento en sus cooperativas. Este esfuerzo se acompaña con microprogramas radiales, videos, plataformas informativas en redes sociales, entre otros.
Ezio Varese apunta que a futuro el proyecto busca consolidarse con prácticas como la venta de bonos de carbono, por la cual ya se compensó a 17 agricultores y en la que ahora se está inscribiendo a otros 1000 en la plataforma ACORN de Rabobank, banco de desarrollo holandés. El trabajo implica coordinaciones con tostadores y supermercados en los mercados de Europa y Norteamérica para embarcarlos en la compra de café climáticamente inteligente. De hecho, desde el Viejo Continente ya están comprando cuatro contenedores de este producto, con lo que se va generando un nicho de mercado en un destino donde el consumidor final está muy concientizado sobre este tema.
De esta manera, el manejo de caficultura climáticamente inteligente aporta al desarrollo directo de los productores a la vez que se puede cuantificar en su aporte ambiental como parte de los compromisos que el Perú firmó en el marco del Acuerdo de París en pos de reducir sus emisiones.