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El efecto dual del biocarbón: menos emisiones y más cosechas en Centroamérica

¿Qué pasaría si los residuos agrícolas se convirtieran en una solución para cultivos más productivos y un planeta más sano? La elaboración y aplicación en las fincas de biocarbón, un carbón vegetal producido a partir de desechos orgánicos como la cáscara de cacao y restos de poda, es una práctica de agricultura regenerativa. Aumenta la productividad de la finca y mejora la estructura del suelo a la vez que captura carbono en el mismo. Además, es una práctica accesible para productores de pequeña escala. Tras un año de investigación y exitosos pilotos en Nicaragua, estamos listos para escalar su impacto en Centroamérica.

Grupo de productores en Nicaragua aprendiendo sobre el proceso y aplicación del biocarbón artesanal.

Esta iniciativa nació de una alianza estratégica con una destacada empresa de cacao, Ritter Sport, que tras un estudio de la huella de carbono en su cadena de suministro identificó que los residuos post-cosecha, antes vistos como desecho, eran en realidad una fuente de emisiones. Frente a este hallazgo, y ante la realidad de que los cacaoteros de Nicaragua dependen mayormente de fertilización natural, surgió la pregunta clave: ¿Por qué no transformar estos residuos en biocarbón, mejorando los suelos y reduciendo emisiones al mismo tiempo?

Así, el proyecto tomó forma: estudios en campo y laboratorio demostraron que el biocarbón no solo captura carbono, sino que potencia la fertilidad del suelo en un sistema ya orientado a prácticas sostenibles. Hoy, con resultados iniciales prometedores, esta innovación se alinea con nuestra visión de escalar soluciones que aumenten los ingresos de los productores mientras cuidan del medio ambiente, mediante prácticas que impulsan la agricultura regenerativa y la descarbonización de las cadenas de valor agrícolas.

¿Por qué el biocarbón es una solución única?

El biocarbón es más que un mejorador de suelos: es un aliado contra el cambio climático. Su estructura porosa hace posible retener agua y nutrientes, además de que reduce la acidez del suelo y favorece el desarrollo de microorganismos beneficiosos. Por otro lado, su producción, a partir de residuos como la cáscara de cacao y restos de poda, cierra el ciclo de la economía circular, ya que transforma lo que antes era un desecho de la finca y fuente de emisiones de gases de efecto invernadero en un recurso valioso.

Los resultados preliminares sugieren hallazgos clave:

  • En viveros: nuestros experimentos brindaron resultados sobre los beneficios del uso de biocarbón en las etapas tempranas del cultivo, ya que las plántulas de cacao tratadas con biocarbón mostraron un crecimiento más vigoroso.
  • En plantaciones adultas (aproximadamente 15 años): se detectó una mayor retención de humedad y un posible incremento en la productividad a corto plazo, y ahora buscamos, a través de una extensión del estudio, comprender el impacto a largo plazo en la producción cacaotera.
  • Según estimaciones preliminares en investigación, la aplicación de 500 kgs de biocarbón en una hectárea de cacao en Nicaragua podría reducir entre 1 y 2.5 tCO₂e por tonelada de cacao producida, dependiendo de las prácticas agrícolas implementadas.

Los avances son significativos y han sido documentados mediante experimentación con cinco cooperativas (incluyendo sus viveros asociados) y cinco productores. Don Toñito, nuestro socio productor clave, ha contribuido activamente con mediciones y observaciones prácticas en los cultivos de su área experimental. Según sus registros, en una de sus plantaciones previamente abandonadas, la cosecha aumentó un 10% después de solo un año de aplicar biocarbón en diferentes tratamientos, siendo la combinación con micorrizas la que demostró los mejores resultados.

Don Toñito, un socio productor líder con excelentes resultados. No te pierdas su historia próximamente.

De la ciencia al campo: metodología y aprendizajes

Para garantizar resultados medibles, reportables y verificables (MRV), implementamos un protocolo riguroso en esta fase inicial, que consta de los siguientes elementos:

Producción controlada: utilizamos el método Kontiki por su bajo costo que se adapta a las condiciones de las fincas de los pequeños productores.

Análisis de suelo: los biocarbones producidos a partir de biomasa de cacao tienen una naturaleza alcalina, como confirmaron nuestros análisis de laboratorio. Este hallazgo refuerza la necesidad de realizar tres tipos de análisis críticos para garantizar un impacto positivo en los suelos de sistemas agroforestales:

  • Análisis de suelo inicial: determina las condiciones basales (pH, nutrientes, materia orgánica) antes de aplicar biocarbón.
  • Análisis del biocarbón: caracteriza su pH, capacidad de retención de nutrientes y otras propiedades químicas.
  • Análisis de suelo post-aplicación: evalúa cambios en el pH, fertilidad y salud del suelo, midiendo la efectividad real de la intervención.

Para mitigar posibles alteraciones del pH por la alcalinidad del biocarbón, se recomienda combinarlo con abono orgánico o compost. Esta práctica no solo equilibra la acidez del suelo, sino que también mejora su resiliencia y productividad.

Estos análisis son parte esencial de nuestro protocolo MRV, permitiendo validar científicamente los beneficios agronómicos y climáticos de la tecnología.

Validación con cooperativas: Trabajamos con La Flor de Dalia, Río de Agua Viva, Pacsa y Cacaonica monitoreando los efectos del biocarbón en distintas etapas del cultivo. Estos resultados en campo y el valioso intercambio de conocimientos se alinean directamente con empresas como Ritter Sport, quienes buscan que su cadena de suministro produzca bajo estándares de sostenibilidad. En este contexto, cada avance es un paso más hacia la consolidación y validación de una oferta de cacao que resuene con el mercado.

El próximo paso: escalar para transformar

Los pilotos en Nicaragua han demostrado el potencial del biocarbón y estamos en el proceso de crear el producto mínimo viable para su escalamiento. Buscamos:

  • Validar y escalar el prototipo de biocarbón, expandiendo su uso a otras regiones cacaoteras y cafetaleras en la región mesoamericana
  • Nuevas alianzas con empresas (comercializadoras, chocolateras y tostadoras) comprometidas con la sostenibilidad y la descarbonización de su cadena de suministro
  • Integrar el biocarbón con otras prácticas agrícolas sostenibles, como la agroforestería, para maximizar beneficios para productores y toda la cadena

Los resultados que hemos obtenido no solo confirman el impacto positivo del biocarbón en el desarrollo vegetativo de las plántulas de cacao en vivero y en las plantas cosecheras, sino que lo posicionan como un agente transformador en el cultivo de cacao. Estamos sentando las bases para una agricultura regenerativa; el biocarbón no solo mejora las cosechas del presente, sino que asegura suelos productivos para las futuras generaciones

Elisa Rocha Valdivia, gerente de programa de cacao en Nicaragua.

Únete al cambio: si eres productor, investigador o comprador, contáctanos para colaborar en esta iniciativa que combina sostenibilidad, ciencia y oportunidades económicas para los productores agrícolas.