Solidaridad encontró en la tecnología una herramienta poderosa para llevar la conciencia por la sostenibilidad entre los agricultores del país. Este aprendizaje lo expuso nuestro equipo de Soluciones Educativas en el Seminario Internacional Cacao más Competitivo, organizado por la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) en Medellín. Y es que, en la cadena de cacao, las propuestas educativas de Solidaridad, que se integran en la Academia de Carbono, llegan a 12.000 productores del país en 11 departamentos y más de 50 municipios.
“Le apostamos a la tecnología y a lo digital para escalar, para llegar a la mayor cantidad de agricultores que sea posible”, explicó Mauricio García Duque, líder del equipo de Soluciones Educativas de Solidaridad. Agregó que en el contexto de Colombia y de Latinoamérica hay un déficit de extensionistas en relación con la cantidad de agricultores. Hay muy pocos extensionistas para la cantidad de agricultores. “La tecnología educativa nos permite llevar acompañamiento a muchos productores y suplir un poco ese vacío”.
La Academia de Carbono responde a la urgencia que representan el cambio climático y la entrada en vigencia de la Ley de Debida Diligencia en la Unión Europea. Es una estrategia formativa de Solidaridad ligada a la oportunidad de acceso a los mercados de carbono que brinda el programa Asómbrate para productores de cacao y de café. En este sentido, ofrece capacitación sobre los mercados voluntarios de carbono, lo que permite a los productores generar ingresos adicionales a través de prácticas sostenibles como sistemas agroforestales. Además, lleva educación al campo para mejorar el conocimiento de los agricultores.
“Queremos que los productores que accedan a estas soluciones educativas estén más preparados. Que sean más competitivos y resilientes al cambio climático. Apuntamos al encuentro de las generaciones en el campo y del relevo generacional; a que, con tecnología y educación, los jóvenes le apuesten al campo”.
Mauricio García Duque, líder de Soluciones Educativas de Solidaridad
La Academia de Carbono, enseñar y aprender de los productores
“Queremos que los productores que accedan a estas soluciones educativas estén más preparados. Que sean más competitivos y resilientes al cambio climático. Apuntamos al encuentro de las generaciones en el campo y del relevo generacional; a que, con tecnología y educación, los jóvenes le apuesten al campo”, destacó el líder de Soluciones Educativas de Solidaridad. También está la apuesta por los datos de la interacción con este modelo formativo para la toma de mejores decisiones entre productores y organizaciones en la cadena del cacao. “A partir de los datos se puede saber si un grupo de productores comprende el impacto de la deforestación y, en caso de que no, tomar acciones frente a ese tema”.
La Academia de Carbono es tecnología, pero también llega a los productores a través de lo más cotidiano para ellos. Los contenidos están disponibles a través de WhatsApp; los cacaoteros pueden compartir sin restricciones el acceso al chatbot educativo a través del código QR que encuentran en diversos eventos donde hace presencia Solidaridad con su programa Asómbrate. También tienen a su disposición los cursos de la plataforma web de Agrolearning. Y tienen, además la oportunidad del acompañamiento presencial de los técnicos que llevan hasta sus fincas contenidos ajustados a sus necesidades específicas, cargados en tabletas para enseñar bajo el modelo de aulas móviles.
“Estamos pasando la barrera de que muchos no tienen correo electrónico, ciertas habilidades digitales o el acceso a dispositivos digitales”, anotó Mauricio García. La Academia de Carbono también aprende de los productores: hoy se sabe, por la interacción a través de WhatsApp, que los mejores momentos que tienen para estudiar son los sábados en la tarde. Sus hábitos en entornos digitales son muy diferentes a los que se tienen en las ciudades.
El enfoque de microaprendizaje, muy utilizado para la enseñanza con adultos, permite que, con módulos cortos, después de seis horas los productores tengan insumos para implementar lo aprendido en sus propios sistemas agroforestales. “A través de WhatsApp, procuramos que ellos no tengan que leer ni escribir mucho. Los audios, las imágenes y las animaciones o videos muestran los contenidos, que se adaptan a las posibilidades de conectividad y a la velocidad de descarga en entornos rurales”, explicó el líder de Soluciones Educativas de Solidaridad.
Una propuesta que crece de la mano de aliados
Fedecacao, la Compañía Nacional de Chocolates o Chocolates Luker son aliados fundamentales para la Academia de Carbono, ya que la mayoría de los productores cacaoteros vinculados a Asómbrate hacen parte de la cadena de estas empresas o reciben la asistencia de la federación. También son importantes para el programa aliados como Microsoft, apoyo desde la tecnología, o la Universidad de los Andes, en la medida en que la academia permite enriquecer la oferta de contenidos y brindar certificación de los cursos.
Colombia es el primer país donde se sembró la semilla de la Academia de Carbono. Esta estrategia ha florecido también en Perú, Nicaragua, Guatemala, Kenia y Uganda, y pronto empezará en Honduras. A nivel global, 18.000 productores ya tienen acceso a la Academia de Carbono. Pero las metas son aún mayores, para acelerar esa conciencia de una producción en equilibrio con el medio ambiente para aportar a mitigar los efectos del cambio climático, Solidaridad se ha propuesto pasar de 100.000 productores vinculados a esta propuesta educativa para 2026.
Además de la organización a cargo de Fedecacao, el Seminario Internacional Cacao más Competitivo contó con la participación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) a través de su programa Food for Progress Colombia y el Proyecto Cacao y Cultivos Complementarios para el Desarrollo (C4D). También apoyaron este encuentro la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Colinagro y el Fondo Nacional de Garantías y Solidaridad. El evento, que se realizó en la Universidad Pontificia Bolivariana, en Medellín, entre el 3 y el 4 de septiembre, fue una oportunidad para mostrar cómo Colombia es uno de los países que lidera una producción de cacao sostenible.