Michael Dávalos hace parte de la empresa familiar JyM ISMAR S.A., que trabaja con Cargill en Paraguay desde hace más de 15 años. Hace cuatro años participa de forma voluntaria en el programa de sostenibilidad de Cargill, 3S, donde ha alcanzado la clasificación “platino”. Este es el nivel al que los productores llegan cuando cumplen con el 100% de las recomendaciones del estándar con respecto a la gestión de la finca, el manejo del suelo, las semillas, los residuos, el almacenamiento y aplicación de agroquímicos, la gestión ambiental, y la seguridad, entre otros temas.

Claudia Leiva, del equipo de Solidaridad, explica que al comparar a un productor “platino” con otros, se ve una mayor adopción de tecnología y una mayor productividad. El productor que inicia, por el contrario, tiene que construir sus depósitos en base a lo que es el reglamento del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE).
Desde su oficina, Michael argumenta que lo que lo motivó a registrarse en el programa 3S fue la oportunidad de formalizar y dar estructura a varias buenas prácticas que la empresa ya venía haciendo. Por ejemplo, tener un lugar reservado para el acopio de fitosanitarios, contar con un pozo artesiano para bombear agua del acuífero subterráneo, y tener a todos sus funcionarios registrados en el IPS (Instituto de Previsión Social).

Michael resaltó también la importancia del enfoque de mejora continua del programa. “Los cambios llevan tiempo, recursos y toda otra serie de cosas que sólo quien está del otro lado conoce. Y que haya una sensibilidad de entender y aceptar eso, es muchas veces la diferencia entre la continuidad o no del proceso”, explica y agrega: “3S vino a complementarnos, a asesorarnos y a mejorar lo que faltaba. Nos hizo ganar mucho tiempo en los procesos en sí.”
Soluciones de Suministro Sustentable (3S) es el programa de Cargill que promueve buenas prácticas en la producción de granos para lograr una mejora continua en eficiencia y sostenibilidad. Solidaridad apoya la implementación de 3S entre 57 familias de los departamentos de Itapúa, Alto Paraná, Caaguazú, Caazapá y Canindeyú, como parte de la alianza global entre Cargill y Solidaridad.

Los cambios llevan tiempo, recursos y toda otra serie de cosas que sólo quien está del otro lado conoce. Y que haya una sensibilidad de entender y aceptar eso, es muchas veces la diferencia entre la continuidad o no del proceso.»
«Los cambios llevan tiempo, recursos y toda otra serie de cosas que sólo quien está del otro lado conoce. Y que haya una sensibilidad de entender y aceptar eso, es muchas veces la diferencia entre la continuidad o no del proceso.»
Menos riesgos de accidentes
Uno de los aspectos que la empresa incorporó como resultado de su participación en 3S fue la capacitación contínua a sus funcionarios en temas de seguridad. Si bien al principio el personal presentó algo de resistencia, al final empezó a tomar más cuidados en sus tareas diarias.
“Nosotros, gracias a Dios, no tuvimos siniestros ni nada, pero observábamos falta de cuidados que para nosotros eran básicos y ahora, en cambio, se creó conciencia”, menciona Michael. Un ejemplo de esto es la precaución de no consumir tereré mientras se manipula un producto químico. También el identificar riesgos para prevenirlos en el manejo de las grúas que transportan los big bags (embalaje para productos a granel). Si bien los guinches están hechos de un acero reforzado, la manguera puede reventar y el big bag se puede caer. “Vimos que con el conocimiento se evitaron muchos problemas y hay menos riesgo de que haya accidentes”, concluye.
Otro tema que se trabajó fue el uso de cartelería de seguridad y los registros, completando ciertas planillas en mayor detalle. “La cartelería en las fincas de los productores cumple un papel fundamental en la seguridad, ya que incluye advertencias sobre normas de acceso, señalización de áreas peligrosas o indicaciones sobre el uso adecuado de productos agroquímicos. De esta manera, ayudan a prevenir accidentes y garantizan un entorno de trabajo más seguro tanto para los trabajadores como para las personas externas que ingresan a la finca”, explica Yamila Seniuzska, Coordinadora de campo de Solidaridad.

Además, como parte del programa, entre abril y junio de 2025, Solidaridad realizó ocho capacitaciones con una participación de 122 personas en Katuete, San Alberto, Carlos A. López, Santa Rosa del Monday, Los Cedrales, Naranjito, Pacuri, Nueva Toledo. El tema principal fue brindar conocimientos para la identificación de serpientes venenosas y no venenosas del Paraguay, fomentando una actitud preventiva y segura ante su presencia. Asimismo, se capacitó a los participantes en técnicas básicas de primeros auxilios, para que puedan actuar de manera oportuna y eficaz frente a situaciones de emergencia en el entorno laboral rural, priorizando la seguridad personal y colectiva de los trabajadores.
Beneficios a nivel de mercado y productivos
A nivel de mercado, Michael sostiene que hay un valor agregado en la sostenibilidad ya que transmite seguridad entre los proveedores y la gente que los apoya:

Si nosotros somos más eficientes en lo que hacemos, ellos tienen más garantía de sus retornos, ¿verdad? Entonces, a partir de ese momento, vemos que ellos traen más opciones, más propuestas, más flexibilidades”.
“Si nosotros somos más eficientes en lo que hacemos, ellos tienen más garantía de sus retornos, ¿verdad? Entonces, a partir de ese momento, vemos que ellos traen más opciones, más propuestas, más flexibilidades”.
El programa también les incentivó a buscar alternativas ecológicamente viables en el mercado a nivel de insumos. “Cuando entramos en 3S utilizábamos un 45% de productos biológicos, y ahora aumentamos el portafolio a un 75-80%, y en lo que es insecticidas utilizamos un 90% de productos fisiológicos.” A futuro, la empresa también ve un escenario promisorio en el campo de la producción de mezclas de inoculantes naturales.
La innovación tecnológica es un pilar en el que la empresa invierte para mejorar su eficiencia y consumir menos agroquímicos. “Hicimos una inversión de 30 mil dólares en nuestra fumigadora, solamente en equipos de software y hardware para mejorar la eficiencia y ahí adquirimos 6% menos de consumo de defensivos.”
Empalme generacional

El caso de la familia Davalos es interesante. Ellos migraron de la ciudad viendo perspectivas de trabajo promisorias en el campo. El presidente de la empresa, su padre, es economista, su hermano es agrónomo, Michael ingeniero agrícola, su hermana veterinaria, y su hermano más joven se está por recibir de ingeniería industrial. Apuestan a un campo totalmente tecnificado, totalmente empresarial.
“El campo no es para gente que quiere hacer cosas rápidas. Es una construcción de generaciones. Es una construcción paso a paso. Solemos decir que el productor es el empresario del año que viene. Porque lo que vos producís ahora, lo que vos ganás ahora, tenés que esperar a ver cómo te va con la zafriña y el invierno para después disponer de eso. A veces tenés años buenos y años en que tenés un 70% menos en tu receta. Porque tenés una seca, lo que sea, y vos tenés que trabajar con esas variaciones. Entonces, es más lento. Y dentro de eso, claro, tenés que vivir, tenés que crecer.” Según Michael, si no se trabaja a punta de lápiz, como una empresa, el negocio no se mantiene, por eso la estrategia familiar ha sido diversificar sus activos en cuatro ejes de negocio. Y concluye: “Es muy desafiante, pero si te gusta el desafío, el campo es la respuesta.”