Solidaridad realizó un estudio entre integrantes activas de la Asociación Unión y Progreso de la provincia de Salta, en Argentina, con el fin de conocer su perfil, sus necesidades e integrar sus perspectivas al plan de trabajo con la Asociación. Conocer estas realidades permite ampliar una asistencia técnica inclusiva, que facilite su participación en actividades que mejoren las condiciones e ingresos de sus familias, y desarrollen su potencial.
La falta de visibilidad sobre el rol de la mujer es un enemigo silencioso para la agricultura familiar y la minería a pequeña escala en nuestra región. Muchas familias podrían beneficiarse si se promoviera el potencial y el valor que aportan las mujeres. Es un factor que Solidaridad ha relevado en diversas cadenas en Brasil, Colombia, Bolivia, Perú y Paraguay. Las mujeres tienen un rol en la economía familiar, pero este aporte no suele ser remunerado, ni reconocido. No hay límites claros entre lo que son las actividades productivas y reproductivas, entre lo que es el ámbito del hogar y la actividad económica, y dentro de esa nebulosa su papel se desdibuja.
Reconstrucción de un retrato
El perfil derivado del estudio realizado puede ser representativo de aquellas mujeres que pertenecen a asociaciones productivas a lo largo de la ruta 81. La muestra presenta a una mujer de 44 años en promedio, que convive con su pareja y que cuenta con más de cuatro hijos. Ella se encarga de la totalidad de las tareas del hogar y de cuidado. Si existe un reparto, es con las hijas mujeres. Tiene el control del ganado menor (caprinos y aves), del que recibe un ingreso, y en ciertos casos cumple también tareas asociadas al ganado mayor (vacuno). Sumando estas actividades, trabaja 12 horas al día.
El 70% sufre de dolencias recurrentes, algunas de las cuales pueden ser paralizantes, pero prácticamente ninguna está bajo tratamiento médico. El 90% manifestó el deseo de acceder a puestos de decisión, pero el 40% reconoció que tendrían que negociar su participación con su pareja.
Las madres y el desarraigo
Otro tema importante que fue surgió de las entrevistas es que dentro de las familias numerosas no hay posibilidad de que todas las hijas y los hijos se queden en casa.
“La Asociación quiere fortalecer el campo y la comercialización para no tener que separar a las familias, porque aun si la producción mejora no tenemos un matadero ni un frigorífico cerca, y los intermediarios pagan poco”, explica Lucía Ruiz, Presidenta de la Asociación, y agrega: “El campo no da para todos. No todos los hijos se van a quedar, pero el deseo es que los que se quedan, lo hagan convencidos y vean la ruralidad como una salida digna”.
Hoy en día solamente uno o dos hijos pueden quedarse en la finca familiar, los demás buscan otro tipo de trabajo. Pero incluso a la hora de buscar una alternativa, la oferta es limitada. “En nuestra localidad hay magisterio y una tecnicatura en desarrollo rural, pero los grandes establecimientos no toman técnicos, buscan ingenieros agrónomos que vienen de fuera”, menciona María Tolaba, técnica que trabaja con la Asociación.
Esto y las trabas para conseguir la titularidad de los predios que habitan, desmotiva a los jóvenes y lleva a las madres y los padres a convertirse en los principales expulsores de las nuevas generaciones. De hecho, el 60% de las encuestadas son poseedoras de su tierra sin litigio, pero no tienen título a su nombre.
Dónde dirigir el apoyo
En base del diagnóstico se abren distintas posibilidades de apoyo.
- Uno, es brindar acompañamiento en el proceso de titulación para que la propiedad esté a nombre de ambos miembros de la pareja.
- Otro, es la capacitación. Entre las principales temáticas de interés para las mujeres se destacan: Huerta, acceso y aprovechamiento del agua, almacenamiento de pasturas, manejo de ganado menor y mayor y genética animal. En línea con esto, todas las encuestadas expresaron interés en recibir capacitación en el manejo de tecnologías para implementar canales de venta online para sus chacinados, por ejemplo.
- En términos de potenciales inversiones, se hizo hincapié en los cerramientos para plantar pasturas y en la construcción de pozos más profundos con el fin de instalar huertas de autoconsumo. También se mencionaron materiales y herramientas para corrales, una sala para elaboración de chacinados, mejora genética y acceso a visitas veterinarias.
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