Durante esta COP30 en Brasil, Solidaridad hace un llamado urgente a un cambio sistémico. El mundo se ha desviado de los objetivos del Acuerdo de París, y el primer Balance Mundial ha confirmado que seguir con medidas graduales ya no es suficiente para abordar las crisis interconectadas de inseguridad alimentaria, colapso de los ecosistemas y desigualdad. La COP30 representa una oportunidad crucial para pasar de promesas a acciones climáticas concretas.

Aunque la financiación para la adaptación alcanzó los 1,9 billones de dólares estadounidenses en 2023, se encuentra muy por debajo de lo esperado. Con una ambición y una acción insuficientes y la intensificación de los impactos climáticos, tanto la mitigación como la adaptación requieren un aumento significativo y simultáneo de la financiación y la acción para mantener los objetivos globales al alcance y apoyar un desarrollo resiliente al clima.
Hasta la fecha, tan solo el 2% de la financiación climática mundial ha llegado al sector de la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra. Sin embargo, los productores de pequeña escala —que gestionan vastas extensiones de tierra, sustentan ecosistemas y producen gran parte de los alimentos del mundo— reciben una proporción mínima de esta financiación, a pesar de su papel fundamental en la búsqueda de soluciones climáticas. Una mayor inversión en ellos podría generar importantes beneficios colaterales: fortalecer la resiliencia, restaurar tierras degradadas y contribuir a la reducción de emisiones mediante prácticas de uso de la tierra más sostenibles.
La COP30 está organizada de acuerdo con seis ejes incluidos en su Agenda de Acción. Si bien la «Transformación de la agricultura y los sistemas alimentarios» es solo uno de los seis ejes, la producción agropecuaria se interrelaciona estrechamente con la naturaleza, la financiación, la industria y la resiliencia. La agricultura no es la única prioridad climática, pero sí un punto de partida fundamental: desde el punto de vista económico, ambiental y social, conecta a las personas, la tierra y los mercados.
Partiendo de estos vínculos, Solidaridad presenta a continuación pasos clave que deberían tomarse en todos los ejes temáticos, con especial énfasis en la transformación agroalimentaria y una financiación climática equitativa.
COP 30 – Transformación de los sistemas agrícolas y alimentarios
Dado que los sistemas alimentarios mundiales son responsables de aproximadamente un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, su transformación debe ser fundamental en la estrategia climática. Como ejemplo positivo, Solidaridad apoya a través del programa Héroes del Clima a decenas de miles de productores en Colombia, Kenia, Nicaragua y Uganda para que adopten sistemas agroforestales, impulsen la resiliencia de sus fincas, aumenten sus ingresos y obtengan beneficios a través de la captura de carbono.
Para continuar estos avances, Solidaridad hace un llamamiento a los Estados miembros para que:
- Desbloqueen más financiación catalizadora y mecanismos alternativos como el pago por servicios ecosistémicos.
- Integrar la agricultura en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, asegurando que los objetivos del sistema alimentario sean centrales tanto para los compromisos de mitigación como de adaptación, y que su implementación sea liderada localmente, empoderando sea a los productores y productoras, sea a actores clave.

COP 30 – Transición energética
Una transición justa debe extenderse más allá de la industria y las ciudades para incluir las economías rurales y las cadenas de suministro agropecuarias. Nuestro abastecimiento mundial de alimentos depende de millones de productores de pequeña escala, y sin embargo, las zonas rurales dependen de sistemas ineficientes y con altas emisiones. Un ejemplo de nuestro trabajo relacionado con este eje se encuentra en Ghana, donde el biogas está reemplazando el uso de combustibles fósiles para el procesamiento de la palma de aceite.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Garantizar una transición energética justa en áreas rurales, ampliando la financiación para incluir a los trabajadores agrícolas y los sectores informales.
- Invertir en soluciones de energía renovable descentralizadas (por ejemplo, biocombustibles y energía solar) a nivel de finca y planta procesadora para reducir emisiones y costos.

COP 30 – Gestión de bosques y biodiversidad
Los productores de pequeña escala son los guardianes de ecosistemas críticos en todo el mundo. Mientras que estos continúan degradándose a un ritmo alarmante, la financiación para la biodiversidad sigue fragmentada. Los productores de pequeña escala necesitan incentivos justos y acceso a financiación para proteger y restaurar estos ecosistemas. Ejemplos de esto en la práctica son los proyectos de restauración de bosques a partir de sistemas agroforestales con especies nativas en la Mata Atlántica y la Amazonía, y ganadería regenerativa de sotobosque en el Chaco.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Alinear la financiación del clima y la biodiversidad para canalizar los recursos hacia soluciones integradas y centradas en el productor.
- Ampliar las soluciones basadas en la naturaleza, como la agroforestería y la agricultura regenerativa.
- Apoyar la producción libre de deforestación combinando políticas ambiciosas con financiación específica para el uso sostenible de la tierra, garantizando que los productores de pequeña escala sean reconocidos y recompensados por su papel en la conservación de los bosques y la biodiversidad.

COP 30 – Fomentar la resiliencia en las ciudades, la infraestructura y el agua
La resiliencia de las zonas urbanas comienza aguas arriba, en las zonas rurales donde se produce gran parte de los alimentos que sustentan a las poblaciones urbanas. La resiliencia rural-urbana depende de contar con suelos sanos, cuencas hidrográficas no contaminadas y sistemas alimentarios rurales resilientes. La interdependencia de las zonas urbanas y rurales dentro de las cuencas hidrográficas es evidente en nuestro proyecto integrado de gestión de recursos hídricos en Bangladesh.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Invertir en la resiliencia rural-urbana financiando enfoques de paisaje, la salud del suelo y la gestión de cuencas hidrográficas.
- Integrar soluciones basadas en la naturaleza en las estrategias nacionales de resiliencia urbana, mediante la restauración de ecosistemas aguas arriba y la agricultura sostenible.
- Conectar financiación con las comunidades y simplificar su acceso para que los actores locales puedan implementar proyectos que fomenten la resiliencia tanto rural como urbana.

COP 30 – Fomentar el desarrollo humano y social
La justicia social es inseparable de la justicia climática. Los grupos históricamente marginados, como mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, son quienes sufren las peores consecuencias del cambio climático, pero suelen quedar excluidos de las oportunidades de financiación y la toma de decisiones. Ve ejemplos de nuestro trabajo para promover la igualdad de género y apoyar comunidades inclusivas.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Dar prioridad a las voces subrepresentadas en el liderazgo climático. Las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas deben ser quienes toman las decisiones, no solo quienes participan, en la formulación de soluciones climáticas.
- Hacer que la equidad sea medible y financiable, con métricas transparentes y rendición de cuentas por los resultados.
- Convertir los compromisos en acciones transformadoras mediante la implementación del Plan de Acción de Género que reduzca las vulnerabilidades y empodere a los actores locales.

COP 30 – Liberando facilitadores y aceleradores
Sin financiación, tecnología y asistencia técnica adecuadas, la transición a sistemas de producción bajos en emisiones de carbono y resilientes al clima resulta difícil. Sin embargo, aun cuando los productores de pequeña escala pueden acceder a financiación, a menudo no pueden disponer de ella a raíz de normas complejas y una lenta tramitación. Ve un ejemplo positivo de expansión financiera en la Amazonía.
Entre las principales demandas se incluyen:
- Lograr un Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado centrado en el productor mediante la reforma de la financiación para que llegue a los actores locales de forma simplificada, minimizando el riesgo de endeudamiento.
- Invertir en transferencia de tecnología y desarrollo de capacidades, apoyando sistemas digitales de medición, reporte y verificación, plataformas de datos para productores y capacitación para fomentar la transparencia y la inclusión.
Nuestro llamado a la acción
El futuro depende de que se cumplan las metas climáticas convenidas, y parte de estas metas dependen de los productores rurales. Solidaridad hace un llamado a los negociadores, donantes, empresas y sociedad civil para que se centren de inmediato en cuatro prioridades durante la COP30:
- Incrementar y transformar la financiación climática. Cumplir el nuevo objetivo colectivo cuantificado en consonancia con la hoja de ruta Bakú-Belém, ampliando rápidamente la financiación para los productores de pequeña escala, la adaptación y las intervenciones con perspectiva de género.
- Impulsar la transformación de los sistemas alimentarios. La política climática mundial comienza a reconocer el papel fundamental de los sistemas alimentarios, pero el progreso ha sido desigual. La COP30 puede cambiar esta situación, al priorizar la agricultura y los sistemas alimentarios como elementos clave de la acción climática y acelerar la implementación de compromisos para lograr un impacto real.
- Alinear financiación a sistemas alimentarios resilientes. Reorientar los flujos de financiación pública y privada hacia una agricultura regenerativa y baja en carbono, garantizando que los productores de pequeña escala reciban una parte justa de la financiación.
- Recompensar la gestión del ecosistema. Brindar apoyo catalizador para el Pago por Servicios Ecosistémicos, la agroforestería y la agricultura resiliente que restaura los paisajes y apoya los medios de subsistencia.
- Integrar la equidad en la gobernanza climática. Integrar la perspectiva de género, la juventud y el liderazgo indígena en las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, las finanzas y los mercados de carbono, convirtiendo la inclusión en la norma para las soluciones climáticas.