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El poder transformador de las alianzas para la conservación

En el marco de los compromisos de remediación y compensación ambiental de la Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible (RSPO), empresas, organizaciones de la sociedad civil, entes de gobierno y comunidades unen fuerzas para proteger ecosistemas críticos en Guatemala. Este mecanismo, que busca equilibrar impactos ambientales mediante acciones de conservación, se materializa en una iniciativa de 25 años (2022-2046) que demuestra el poder de las alianzas multiactor.

Para salvaguardar la invaluable riqueza natural y cultural de Petén, las alianzas público-privadas se presentan como una estrategia clave.

Los proyectos, implementados por Wildlife Conservation Society (WCS) y Asociación Balam, cuentan con el financiamiento de Grupo HAME y el acompañamiento técnico de Solidaridad. Estas iniciativas integran ciencia aplicada para proteger ecosistemas naturales de importancia nacional e internacional, sitios arqueológicos de gran valor cultural y especies emblemáticas como el jaguar, la guacamaya roja y el tapir. Además, se enfocan en la restauración ecológica participativa junto a organizaciones comunitarias locales en unidades de conservación dentro de la Reserva de la Biósfera Maya (RBM) y áreas protegidas al sur de Petén. También se incorpora el estándar RSPO para garantizar transparencia y resultados medibles.

Con el apoyo del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), este esfuerzo no solo compensa impactos, sino que crea un modelo de alianza público-privada replicable donde la producción sostenible y la conservación avanzan de la mano.

Así se protege la Selva Maya: Logros 2024

  1. WCS y su trabajo en el Parque Nacional Laguna del Tigre (PNLT): cada hectárea protegida es un triunfo.
  • WCS fortalece la conservación de especies clave como jaguares (Panthera onca) y guacamayas rojas (Ara macao) mediante un enfoque integral que incluye el monitoreo sistemático de sus poblaciones. En 2024, las acciones implementadas mantuvieron poblaciones saludables, destacando un Índice de Éxito Reproductivo (IER) de 1.41 para guacamayas, lo que indica al menos un pichón exitoso por nido y contribuye a la recuperación de la población silvestre y la supervivencia de la especie en el paisaje.
  • Implementación de estrategias de protección ambiental en coordinación con instituciones gubernamentales, enfocadas en el control, vigilancia y prevención de incendios forestales. En el 2024 se atendieron 12 incendios, protegiendo más de 14,631 hectáreas de bosques y ecosistemas que son hábitat clave para especies del paisaje. Para combatir amenazas como usurpaciones, avance de la ganadería ilegal, incendios, cacería y tala, se fortaleció la presencia interinstitucional con 48 patrullajes conjuntos (CONAP, DIPRONA y el Ejército de Guatemala) que cubrieron 425.32 km, protegiendo más de 15,000 hectáreas de bosque. Estas acciones se potenciaron con la inversión en equipamiento especializado y tecnología avanzada para la detección temprana de amenazas.

Cada incendio prevenido o controlado, cada patrullaje realizado, cada hectárea de bosque protegida es un paso más hacia un futuro donde la conservación es parte esencial del desarrollo

Vinicio Morales, coordinador de proyectos de compensación para WCS

  • Fortalecimiento de la gobernanza en el PNLT y otras unidades de conservación al noroeste de la RBM. Un resultado clave en 2024 fue la adjudicación del contrato de concesión para la unidad de manejo La Corona – El Morgan a la organización comunitaria ASOSELVA MAYA, del municipio de San Andrés, Petén. Este es un paso significativo para consolidar modelos de gestión comunitaria y el manejo forestal sostenible en la Reserva de Biosfera Maya bajo el liderazgo del CONAP.

Conservación de guacamaya roja (Ara macao cyanoptera) en áreas importantes para la anidación de la especie en PNLT. Patrullajes interinstitucionales de protección, prevención y control de incendios forestales en áreas críticas de la RBM.

  1. BALAM en el Refugio de Vida Silvestre Xutilha: Comunidades que antes veían el bosque como un obstáculo ahora lo ven como su futuro. 
  • Restauración y reforestación activa: alrededor de 75 sistemas agroforestales con asocio de plantas forestales, cacao y cardamomo, así como viveros que producen alrededor de 200 mil plantas de 15 especies nativas al año.
  • Alternativas económicas: crianza de cerdos, producción de carne de cerdo y pollo con microemprendimientos liderados por mujeres. Alrededor de 30 mujeres organizadas en actividades económicas en las comunidades de Nacimiento Machaquilaito, Nacimiento Cangrejal y Chile Verde, lo cual reduce la presión sobre los bosques.
  • Diálogo permanente: las comunidades ahora son socias activas en la conservación. La buena relación y credibilidad permiten la implementación de un sistema de manejo y conservación basado en la comunidad, con más de 700 kilómetros de patrullajes de monitoreo biológico y amenazas realizados sobre un área de 3,500 hectáreas de bosques comunitarios.

Componentes clave y desafíos

Los proyectos se sostienen sobre cuatro componentes estratégicos, cada uno con desafíos únicos que exigen soluciones innovadoras y colaboración multisectorial para garantizar su impacto a largo plazo:

  • Protección ambiental, con actividades de control y vigilancia (patrullajes) y prevención y control de incendios forestales (sistemas de alerta temprana para reducir incendios y deforestación),
  • Monitoreo biológico de especies emblemáticas como jaguares y guacamayas rojas,
  • Restauración ecológica, enfocada en recuperar 250 hectáreas degradadas mediante reforestación y agroforestería,
  • Participación comunitaria, que promueve economías sostenibles y gobernanza local.

Cada eje enfrenta retos significativos, como la presión de nuevas usurpaciones, la expansión de la ganadería ilegal y el cambio climático, que exigen redoblar esfuerzos en protección. El monitoreo de estas amenazas requiere tecnología y capacitación constante para los técnicos de campo. Además, la restauración depende de las condiciones climáticas y de la participación activa de las organizaciones comunitarias en el territorio. Finalmente, asegurar el compromiso a largo plazo de los actores locales demanda un diálogo continuo y beneficios económicos tangibles y equitativos para las comunidades. A través de esta estructura integral, estamos demostrando que la conservación efectiva requiere tanto de apoyo técnico como de participación comunitaria.

Conservación exitosa con las comunidades al centro

A pesar de los desafíos, este modelo de colaboración, que estamos aplicando por segunda ocasión, reafirma su eficacia al unir a empresas, organizaciones de la sociedad civil, entidades gubernamentales y comunidades locales. La convergencia entre ciencia, inversión privada estratégica y conocimiento local no solo ha demostrado ser replicable, sino que consolida una conservación con impactos duraderos y escalables.

Al crear círculos virtuosos entre conservación y desarrollo, generar métricas transparentes para rendición de cuentas y posicionar a las comunidades no como beneficiarias sino como protagonistas activas, es posible escalar las soluciones exitosas, asegurando así la sostenibilidad a largo plazo tanto de los ecosistemas como de los medios de vida locales. De esta forma no solo evitamos pérdidas, sino que creamos ganancias ambientales y sociales.

A dos años de su inicio, los dos proyectos ha demostrado que el modelo de compensación ambiental bajo el estándar RSPO puede generar impactos tangibles cuando se articulan adecuadamente los componentes técnicos, financieros y sociales. Los principales logros incluyen:

  • Sinergias entre componentes: el monitoreo biológico (Componente 2) ha proporcionado datos científicos clave para priorizar áreas de restauración (Componente 3), mientras que las brigadas comunitarias (Componente 4) fortalecen la protección ambiental (Componente 1).
  • Innovación adaptativa: ante los retos climáticos, se implementaron sistemas de alerta temprana con tecnología satelital para incendios, combinando conocimiento local con herramientas tecnológicas.
  • Gobernanza participativa: las mesas de espacios públicos y de coordinación con autoridades, comunidades y el sector privado han permitido ajustar estrategias en tiempo real, como recientemente con la reasignación presupuestaria para control de incendios.

Estas iniciativas se construyen sobre una visión colectiva: el acceso a una naturaleza biodiversa es un derecho fundamental, no un privilegio. Es esta convicción compartida, que une a comunidades, empresas y Estado, la que convierte nuestra alianza en un modelo de conservación con resultados tangibles

Jossue Brenes, gerente del Programa de Palma de Solidaridad en Centroamérica.