El sector agrícola es uno de los más perjudicados por el cambio climático y, adicionalmente, es uno de los responsables de la huella de carbono que acelera el calentamiento global. Por esta razón, desde principios de este año el equipo de café de la PCS, con el apoyo de la Agencia Noruega de Cooperación para el Desarrollo (NORAD), promueve prácticas innovadoras para enfrentar esta problemática y de esta manera proteger el medio ambiente y asegurar la productividad de los agricultores.
En ese proceso de promoción, para la PCS es muy importante que los técnicos capacitadores empiecen por entender muy bien qué es el cambio climático para luego conocer las herramientas para enfrentarlo. Al tener claridad de esto, ellos cuentan con mayor confianza y autonomía para proponer planes de acción. Con este fin, el equipo de Solidaridad, como parte del programa Producción de café en sistemas agroforestales que realizan una gestión eficiente del carbono, ha llevado a cabo capacitaciones en las que, una vez se presentan los principios básicos del cambio climático, la prioridad es que los técnicos entiendan cómo medir la huella de carbono en una finca, para así tomar medidas para mitigarla. Solo si somos conscientes de que algo anda mal, podemos hacer algo para corregirlo.
Aunque existen diversas herramientas que miden la huella de carbono, a la hora de seleccionar una se deben tener en cuenta las siguientes características: que sea confiable, versátil, precisa, reconocida en el mercado y fácil de usar. Cool Farm Tool es la herramienta que mejor se adapta a estos criterios, por eso es utilizada por el equipo de Solidaridad en capacitaciones como la que realizó entre el 31 de mayo y el 2 de junio, con técnicos de las empresas exportadoras ECOM, SKN, Caravela y la cooperativa Coocentral.
¡En práctica!
La capacitación tenía nombre y apellido: Medición de la huella de carbono con el uso de la herramienta Cool Farm Tool. Se realizó en Pitalito, Huila, y participaron en total nueve técnicos quienes empezaron por entender que el cambio climático afecta especialmente a las comunidades rurales, ya que pone en riesgo sus cosechas, sus ingresos y su calidad de vida. Aprendieron qué es el cambio climático, cuáles son sus implicaciones, en qué consisten las estrategias de adaptación y mitigación, y cuál es la importancia de hablar sobre la huella de carbono.
Luego dimos a conocer la herramienta Cool Farm Tool. Por medio de un caso de estudio explicamos su funcionamiento y la manera de ingresar los datos claves para la medición, como locación, número de hectáreas, tipo de clima, tipo de suelo, manejo de compostaje, uso de fertilizantes, etc. Una vez introducidos estos datos, los participantes reconocieron la importancia de analizar esta información y de utilizar la herramienta, ya que descubrieron que realmente puede ser aplicada en sus proyectos para establecer un punto de partida y de ahí generar planes de acción que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero.
“Los equipos técnicos deben aprender a usar esta herramienta pues es una exigencia del mercado que tiene potencial de crecimiento –asegura Juan Manuel Cornejo, consultor del programa de café de la Plataforma de Comercio Sostenible–. De esta forma pueden desarrollar proyectos y pilotos que le apuesten a la reducción de la huella de carbono, y a orientar acciones de adaptación y estrategias en las fincas. Además de desarrollar sus propios análisis y tomar decisiones sobre las necesidades y realidades de sus proyectos”.
Por último y para corroborar que el aprendizaje fue interiorizado, se realizaron visitas a dos fincas en Pitalito, Huila. Allí se utilizó la herramienta y se hizo un registro de los datos claves. Fue muy interesante ver los resultados a los que llegó el equipo técnico. Fueron conscientes del impacto negativo generado por la deforestación en zonas que antes eran bosque; de la importancia de diseñar planes de fertilización basados en el análisis de suelos, y del valor de usar correctamente los fertilizantes. También descubrieron un buen sistema agroforestal en el que detectaron 10 especies de árboles que suministran sombra, aportan materia orgánica y ayudan a conservar el agua. Además encontraron un manejo adecuado de la pulpa y las aguas residuales que influye positivamente en la huella de carbono.
Para Juan Cornejo fue grato ver el interés del equipo en los temas que se trabajaron y la conciencia ambiental de las fincas que visitaron.
“Pude ver que se preocupan mucho por conservar y cuidar el suelo y el agua. Estos son ejemplos útiles para otras regiones y para otros proyectos, son muestra del interés de los productores por el medio ambiente y el cambio climático”.