Cada 12 de junio se conmemora el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, una fecha en la que todos los actores de la sociedad reafirman sus compromisos con el respeto a los Derechos Humanos, a través del cumplimiento de normas establecidas por los gobiernos.
Según el ranking del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el Perú y Bolivia tienen las tasas más altas de trabajo infantil en Sudamérica, con 21,8% y 20,2% respectivamente. Sin embargo, países como Colombia y Ecuador no alcanzan el 5% en el mismo indicador y representan un resultado alentador junto con los obtenidos por la mayoría de sus vecinos regionales.
“Hace falta un plan nacional, personal especializado y un mapeo de las zonas donde hay trabajo infantil, pues es en la informalidad donde está la mayor cantidad de niños y adolescentes que trabajan”, sostuvo Jorge Vega, comisionado de la Adjuntía para los Derechos de la Niñez y Adolescentes de la Defensoría del Pueblo del Perú.
INFORMALIDAD Y TRABAJO INFANTIL
Una de las mayores preocupaciones actuales sobre el trabajo infantil está directamente ligada a la informalidad en actividades económicas como la minería artesanal y de pequeña escala, por lo cual los procesos vigentes de formalización minera están orientados al respeto de los Derechos Humanos de la infancia y la juventud.
Artículo extraído de nuestra Plataforma Integral de Minería a Pequeña Escala