Para satisfacer las necesidades de los nueve billones de personas que habitarán el planeta en 2050, tendremos que duplicar la producción de alimentos actual. Entonces, habrá que potenciar la productividad de la tierra, contrarrestar los efectos del cambio climático, y garantizar condiciones dignas y justas para los productores, de cuya profesión dependerá nuestro futuro.
Por esta razón, hace más de cinco décadas emprendimos un viaje con un único fin: hacer del mundo un lugar donde todo lo que producimos y consumimos nos permite vivir con respeto hacia al planeta en beneficio de nosotros mismos y las futuras generaciones. Con este propósito como motor, hemos llegado a más de 20 países de los cinco continentes y gracias a la dedicación de nuestro equipo hemos mejorado las prácticas de cientos de agricultores.
La nueva cara de Solidaridad
Hemos llegado lejos, pero aún queda un largo camino por recorrer. En su discurso de bienvenida al evento, Nico Roozen –director general de Solidaridad– aseguró que la agricultura es la profesión del futuro, por ello, Solidaridad debe transformarse y afrontar los desafíos que implica acelerar el cambio a partir de las necesidades del mercado, los productores y los consumidores.
“Con esta nueva estrategia –afirmó Roozen–, Solidaridad se posiciona como una organización de la sociedad civil del siglo XXI con soluciones orientadas a las problemáticas del mercado actual”.
La estrategia se centra en cuatro pilares: la implementación de buenas prácticas agrícolas; el desarrollo de condiciones que faciliten el progreso de la agricultura; el fomento de políticas públicas que impulsen la sostenibilidad, y la promoción de soluciones integrales para forjar paisajes sostenibles que abarquen diferentes comunidades, sectores y gobiernos.
Entre el trabajo y la risa
En el evento confluyeron las diversión y el conocimiento. Se realizaron talleres sobre temas relevantes para la organización, como el enfoque de género, los paisajes sostenibles y el desarrollo de herramientas como Horizonte Rural. Pero también hubo celebraciones, premios, ejercicios que incluían bailes, y actividades en las que los miembros del equipo pudieron intercambiar ideas y reflexiones, así como dar a conocer el trabajo que se adelanta en cada región.
Entre estas actividades se incluyó una feria informativa para la que se montaron stands por continente para mostrar la cultura de cada región y los proyectos en los que están trabajando. Al llegar al de Latinoamérica -que reunía a los equipos de Centro y Sudamérica-, los asistentes debían girar una pequeña ruleta que indicaba que debían responder una pregunta determinada:
“Algunas personas prefieren el café negro. Otras lo toman con vainilla. Y a algunas les gusta frío. ¡A Solidaridad le encanta sostenible! ¿Usted sabe cuál es el país con mayor producción de café sostenible en el mundo?”.
Según la pregunta, el público contestaba, adivinaba o soltaba una carcajada. Las mejores respuestas recibieron premios. El stand fue un éxito y todo el equipo de Solidaridad se llevó un buen recuerdo de Sudamérica y de los programas que aquí se desarrollan.
Ghana como país anfitrión
Según Isaac Gyamfi, gerente de Solidaridad en África occidental, Ghana fue elegido como país anfitrión para dar relevancia a las problemáticas que enfrenta este continente. En términos generales, es la región donde Solidaridad tiene más oportunidades para implementar prácticas sostenibles que cambien drásticamente la vida de los productores.
María Goretti, gerente del sector de palma de aceite en Colombia, reconoce la importancia de este tipo de reuniones que permiten compartir experiencias y fortalecernos como red.
“Esta fue una gran oportunidad y una bonita experiencia –cuenta Goretti–, porque conocimos gente del equipo que trabaja en lugares tan ajenos a Colombia como China o India. Nos dimos cuenta de que, a pesar de trabajar en países tan diferentes, trabajamos por los mismos objetivos”.
En este evento demostramos que estamos comprometidos y que seguiremos trabajando para generar cambios fundamentales que transformen los mercados, de tal forma que sean más inclusivos y sostenibles. De esta manera pretendemos garantizar una vida digna para los agricultores que permita que se respete nuestro planeta.