Café, Colombia, Historia

Amazonía Connect, el cambio de vida para los pequeños agricultores del Caquetá

Todo cambio trae sus retos y sus complejidades. Para Daniel Díaz Cuellar no fue la excepción cuando decidió sembrar café en el corregimiento El Caraño, de Florencia, Caquetá. Después de haberse dedicado en algún tiempo a la producción de hoja de coca, Daniel es hoy un promotor del programa Amazonía Connect, un rol desde el que comparte con otros agricultores de la región prácticas de agricultura sostenible.

Esta transformación para promover la vida fue posible para Daniel y lo está siendo para cientos de agricultores, gracias a Amazonía Connect, una iniciativa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Solidaridad, Earth Innovation Institute, National Wildlife Federation, y la Universidad de Wisconsin-Madison.

Amazonía Connect busca acelerar el cambio hacia una producción baja en emisiones de carbono, que conserve la biodiversidad, y reduzca la deforestación en regiones que abastecen materias primas a mercados nacionales e internacionales. En este trabajo, conecta esfuerzos públicos y privados para impulsar el cambio en la producción y el consumo sostenible de productos agrícolas.

“Cuando llegó el proyecto, yo estaba sembrando un café en escoba, como decimos nosotros”, dice Daniel. En este método tradicional se arrancan los árboles sin ningún terrón en las raíces para sembrarlos en el cultivo; es sencillo, pero gran parte de los árboles mueren. Hoy tiene 2.000 árboles sembrados, luego de recibir asesoría del programa y capacitación sobre la germinación de las plantas y su desarrollo en los primeros meses y otras técnicas de la producción.

“Amazonía Connect nos gusta porque nos apoyan para el tratamiento de enfermedades en los cultivos, lo que nos ha persuadido a participar en él. Algunos se han retirado, pero han llegado otros que de verdad se han interesado en el proyecto”.

Daniel Díaz Cuellar, caficultor de Florencia, Caquetá

Uniendo fuerzas con Amazonía Connect

En colaboración con el Programa Regional Ambiental para la Amazonía de USAID, productores, compañías, gobiernos locales e instituciones financieras, Amazonía Connect promueve la adopción de una agricultura de bajo carbono y la producción sostenible de productos básicos en Colombia, así como también en Brasil y Perú.

Daniel es uno de los productores que iniciaron con la iniciativa en el departamento de Caquetá, una base que ha sido fundamental para el éxito de esta estrategia. “Amazonía Connect nos gusta porque nos apoyan para el tratamiento de enfermedades en los cultivos, lo que nos ha persuadido a participar en él. Algunos se han retirado, pero han llegado otros que de verdad se han interesado en el proyecto”, explica.

Su proceso es, además, un ejemplo del impacto positivo que ha tenido el programa, próximo a cumplir dos años de ejecución, en la conservación de la región amazónica.

Acciones de vida para el planeta

La agricultura baja en Carbono es un enfoque que busca adaptar los sistemas agrícolas para que sean más resilientes al cambio climático. Entre sus objetivos están reducir o eliminar las emisiones de gases de efecto invernadero, disminuir la deforestación, y aumentar la productividad y los ingresos de las fincas.

“Hay una diferencia grande con este cambio en la manera de sembrar. Dejé el café que tenía en escoba, como para tenerlo de referencia. De la forma anterior, hay palos que recién empiezan a florecer, están disparejos: unos grandes, otros pequeños. En el proceso tecnificado, el cultivo está todo muy parejito, muy bonito”, anota Daniel.

Con orgullo y el convencimiento de su aporte para que muchas más personas adopten una agricultura baja en carbono, Daniel confía en el potencial que tiene su región en zonas aptas para el desarrollo de la caficultura. Como promotor pionero del programa, hoy, a partir de las enseñanzas que recibe de los técnicos de Amazonía Connect, acompaña a un grupo de productores que iniciaron de cero. Dos de ellos ya tienen sembrados 4.000 árboles cada uno. Ahora, el reto está en fortalecer la comercialización.

“Hay tres productores, con los que trabajamos en una sola finca. A veces van los tres, otras veces uno solo que le lleva después la información a los otros. Fuera de ese grupo, hay otros dos que también quieren seguir participando y están pendientes —apunta—. Somos, en total, nueve productores que nos reunimos para trabajar sobre lo que me enseñan en el programa”.

Una iniciativa para multiplicar

“Para mí, ser promotor significa una responsabilidad, tanto con el proyecto, como con la gente. Se requiere ser paciente, porque el trabajo con comunidades es duro. No todos van a estar contentos”, dice. Pero Daniel está decidido con el proyecto. Insiste en que quiere seguir aprendiendo y mejorando, porque ya ve los avances en su cultivo y confía en que con una correcta gestión y alianzas se fortalecerá el aspecto comercial en su departamento, que empieza a construir reconocimiento en la caficultura.

“Mi mensaje para los agricultores que tienen tierras aptas para el cultivo de café, acá en Caquetá, es que hay que seguir, hay que sembrar, hay que producir. Tenemos tierras productivas y no las estamos aprovechando”, concluye.

CONTACTO

Carlos Isaza

Gerente Programa Café

Colombia

[email protected]

Joel Brounen

Gerente Solidaridad

Colombia

joel.brounen@solidaridadnetwork.org

Conoce más sobre el programa Amazonía Connect

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