En esta primera etapa, que cubrió dos ciclos agrícolas, se trabajó con 200 fincas de proveedores de Cargill en la región oriental del Paraguay, abarcando una superficie total de 43.942 hectáreas.
En el año 2019 Cargill y Solidaridad suscribieron un convenio para implementar su programa Soluciones de Suministro Sustentable (3S) en 200 campos pertenecientes a 41 de sus proveedores de soja, ubicados en los departamentos de Alto Paraná, Itapúa, Caaguazú y Canindeyú.
Los productores fueron seleccionados por los representantes comerciales de Cargill de cada región de acuerdo a su voluntad para participar en el proyecto y su necesidad de mejora. De los campos participantes, 158 ya contaban con certificación 2BSvs. La superficie total abarcada por estos productores es de 43.942 hectáreas.
La implementación del Programa 3S con Cargill es la cuarta iniciativa de mejora continua que Solidaridad lleva adelante con productores de soja que proveen granos a mercados internacionales desde Paraguay. Para ello se adaptó la plataforma digital de mejora continua de Solidaridad al estándar 3S, se trazó una línea de base en septiembre de 2019, y se monitoreó los avances de las fincas durante dos ciclos agrícolas.
Cartelería con medidas de prevención de COVID-19
A partir de la aparición del virus COVID-19 en marzo de 2020, buena parte del trabajo de capacitación tuvo que realizarse de forma virtual, limitándose las visitas a los productores. Luego de evaluarse la conectividad de los productores y su manejo de aplicativos, se digitalizaron los manuales que iban a imprimirse, se adaptaron las charlas presenciales a seminarios y teleconferencias, y se realizaron animaciones para suplantar las demostraciones en campo suspendidas.
Ejemplo de animación para la adopción de medidas de seguridad.
“El seguimiento de los productores se llevó a cabo por medio de llamadas, mensajes de Whatsapp, y cuando se dieron las condiciones sanitarias se realizó una visita de seguimiento, en donde se les entregó un botiquín de primeros auxilios, cartelería para el depósito de agroquímicos, para el depósito de envases vacíos, y para la prevención de COVID-19”, mencionó Yamila Seniuszka, miembro del equipo de Soja Sustentable de Solidaridad.
Depósito especial para agroquímicos con cartelería para prevenir ingreso de personal no autorizado. Foto: Solidaridad
Resultados de la primera fase
El uso de de inteligencia de datos provenientes de la producción agrícola permitió a los productores adoptar modelos de mejora continua con base en su propio desempeño. La herramienta permite visualizar el avance del grupo dentro de tres pilares: Económico Productivo, Ambiental y Social. Además, la herramienta categoriza a los productores en cuatro niveles, siendo el nivel Platino el superior, seguido por Oro, Plata y Bronce.
A partir de las actividades de capacitación realizadas se constató la adopción de prácticas sostenibles que mejoran el desempeño económico de la finca, como la implementación de análisis de suelo, el registro de condiciones climáticas, y el de las condiciones al aplicar fitosanitarios (área de aplicación, fecha, dosis, aplicador, ingrediente activo y caudal). En función de esto el 33% de los productores pasaron de nivel, especialmente los de nivel 2 (plata) entre quienes más de la mitad mejoró su desempeño.
Dentro del pilar ambiental, una de las prácticas en las que se vieron avances fue la instalación de matafuegos en los depósitos de agroquímicos, y la erradicación de la quema de residuos domiciliarios. Asimismo, los productores firmaron una declaración de que las áreas de cultivo para soja no habían sido objeto de deforestación. En este pilar, de forma similar al pilar económico un 30% de los productores en nivel 1 y 2 mejoraron su desempeño.
Almacenamiento seguro de envases en depósito. Foto: Solidaridad
En el pilar social es donde se dio una mayor mejora, ya que un 40% de los productores de nivel 1 lograron pasar de nivel, duplicándose la cantidad de productores en los niveles superiores. Esto responde principalmente a la adopción de prácticas que hacen a un ambiente más seguro en las fincas como, por ejemplo, la entrega de botiquines de primeros auxilios con insumos básicos, el registro de entrega y uso de equipos de protección personal (EPI), y el establecimiento de procedimientos en caso de accidentes.
“Cargill cree que debemos impulsar la transformación del sector para lograr una cadena de soja aún más sostenible en Sudamérica y, por ello, ha estado invirtiendo en alianzas como el Programa 3S, que promueven el compromiso de nuestra cadena de suministro, promoviendo las buenas prácticas agrícolas e incentivos para los productores”, Renata Nogueira, Gerente en Sostenibilidad en cadenas agrícolas de Cargill para América del Sur.
Para la segunda etapa del programa, se pretende agregar más campos de producción, lo que aumentaría el área total de trabajo bajo el estándar Triple S.