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La profe Yerlis tiene un aula en WhatsApp para los ganaderos de Amazonía Connect

Con su simpatía caribeña, la profe Yerlis apoya con sus mensajes de chat la tarea de los técnicos de Amazonía Connect en fincas repartidas por 12 municipios caqueteños. Yerlis Barón —la profe Yerlis en los teléfonos de más de 400 pequeños y medianos ganaderos— es médica veterinaria zootecnista nacida en Arjona, en el departamento de Bolívar, cerca de Cartagena. Hoy reside en Florencia, la capital caqueteña, y se declara adoptada por este departamento, puerta de la Amazonía Colombiana, desde hace dos años.

Aprender por WhatsApp es posible hoy en territorios ganaderos de Caquetá gracias al área de Soluciones Educativas de Solidaridad. En su apoyo a las actividades de Amazonía Connect en el componente de ganadería, este equipo ideó esta estrategia para fortalecer la formación durante las semanas que transcurren entre las visitas de los técnicos a cada finca.

Amazonía Connect es una iniciativa de USAID, Solidaridad, Earth Innovation Institute, National Wildlife Federation, y la Universidad de Wisconsin-Madison. En colaboración con el Programa Regional Ambiental para la Amazonía, productores, compañías, gobiernos locales e instituciones financieras, Amazonía Connect promueve y escala la adopción de una agricultura de bajo carbono y la producción sostenible de productos básicos en Brasil, Colombia y Perú.

«Ellos se convencen y deciden un día no talar más, no quemar ni siquiera la basura», comenta Yerlis. «La clave para Amazonía Connect y los proyectos que vengan es llegar donde están ellos, no podemos esperar a que ellos nos vengan a buscar.»

Yerlis Barón, gestora educativa del programa de ganadería para Amazonía Connect

La profe Yerlis: veterinaria por vocación, docente por pasión

Yerlis heredó de su padre el interés por la medicina veterinaria. “Desde chiquita, siempre dije  que iba a ser médica veterinaria o médica humana”, recuerda. El dilema se resolvió a pocos meses de terminar el bachillerato. Tentando al destino, decidió inclinarse por la primera alternativa en que fuera admitida entre medicina veterinaria en la Universidad de Córdoba o medicina humana en la Universidad de Cartagena. “Salieron primero los resultados de la Universidad de Córdoba. Entonces, me fui para Montería, a una ciudad que no conocía y donde no tenía a nadie. Pero nunca cambié de carrera ni me vi haciendo otra cosa”.

Tras convertirse en la primera mujer veterinaria de su pueblo, Yerlis quiso ejercer su oficio de una manera distinta. “Yo me volqué por el lado de la informática educativa, los sistemas silvopastoriles, las vacas y sus fases de alimentación”, explica. Yerlis llegó al Caquetá de la mano de su padre, que optó por la estabilidad cerca de los 60 años, atendiendo tres ganaderías en el departamento.

Se enteró de la convocatoria para trabajar en el equipo de Soluciones Educativas de Solidaridad a través del grupo de WhatsApp que creó con más de 300 profesionales que quedaron sin trabajo después de la pandemia. “Me rechazaron en muchas convocatorias, me decían que mis niñas están pequeñas y las mamás piden muchos permisos”. Aunque el perfil apuntaba a sociólogos o licenciados en educación, confiaba en su experiencia para el cargo y la ilusionaba la posibilidad del trabajo remoto para seguir presente en la vida de sus hijas.

Como gestora de Soluciones Educativas, llegó a impulsar la Escuela de Ganadería Baja en Carbono. Allí nació la idea de tener un modelo educativo a través de WhatsApp y, con ella, el personaje de la profe Yerlis.

Las lecciones de la profe Yerlis a través de WhatsApp

La estrategia de acompañamiento de la profe Yerlis abarca más de 600 personas. Es una comunicación personalizada; por seguridad, los productores prefieren que no los incluyan en grupos. “Yo interactúo con ellos, les recuerdo temas que han visto, les hago resúmenes de folletos, de brochures”, cuenta Yerlis. También es una herramienta inclusiva que llega, a través de mensajes de audio o videos a aquellos productores que no saben leer ni escribir. Hay productores que no han pasado del bachillerato y también otros que son docentes o sicólogos.

La profe apoya de manera remota el proceso formativo de Amazonía Connect entre los productores ganaderos, que apunta a generar conciencia sobre la necesidad de contener la deforestación y, en cambio, implementar prácticas de menor impacto ambiental. Las enseñanzas de la Escuela de Ganadería Baja en Carbono, disponibles a través de la plataforma Agrolearning, incentivan, por ejemplo, la adopción de sistemas silvopastoriles (áreas de pastoreo que permitan la integración de árboles y follaje vegetal).

“Ellos se convencen y deciden un día no talar más, no quemar ni siquiera la basura—comenta Yerlis—.  Nos han enviado evidencias de cómo reciclan las botellas o las llantas de carro. La clave para Amazonía Connect y los proyectos que vengan es llegar donde están ellos, no podemos esperar a que ellos nos vengan a buscar”.

Para sus lecciones, la profe Yerlis prepara videos y mensajes para recordar fechas de celebraciones, conmemoraciones o eventos relevantes en el tema ambiental, siguiendo una planeación. Planea, con los técnicos del proyecto, talleres e intervenciones ante la comunidad. Es la profesora más madre que pueda haber, no por ser blanda al calificar, sino porque en verdad se ofrece con el corazón a quien necesite sus enseñanzas.

Por eso, Yerlis atesora las evidencias de cómo Amazonía Connect está transformando la vida de pequeños y medianos productores ganaderos. Se alegra con las fotos que le envían  de las huertas en su fincas. La conmueven videos como el de la pareja de campesinos que no saben leer y le muestran cómo sus hijos se ocupan de leerles los contenidos para ayudarles a aprender.

Solidaridad, la ventana para seguir siendo Yerlis

“Le agradezco infinitamente a Solidaridad porque puedo trabajar desde mi casa, aportar económicamente a mi hogar, soñar y proyectarme”, dice Yerlis.

La escasa conectividad, la falta de dispositivos electrónicos o de habilidades para usarlos tampoco han impedido la labor de la profe Yerlis en apoyo a los técnicos en campo. El equipo ha ayudado a capacitar a los productores en el uso de herramientas informáticas. “No solo son prácticas de ganadería baja en carbono, sino que también aprendan otras cosas que les faciliten comunicarse y hacer los cursos a través de su celular”, explica.

Yerlis y los técnicos de campo pusieron a prueba una estrategia de tabletas viajeras. A través de los promotores comunitarios que hacen parte del programa, enviaron durante tres semanas nueve de estos dispositivos que tenían disponibles a zonas con dificultades de conectividad. “Allí cargamos los cursos de Agrolearning, de ganadería, para que los hicieran sin conexión. Hicimos videos desde mi celular, explicando paso a paso cómo hacer los cursos; incluso cómo grabar para tener evidencias”. Así lograron que 45 personas realizaran los cursos, entre ellas 29 mujeres. “En el siguiente encuentro, lo que hicimos fue llevarles sus diplomas y les hicimos una graduación, con torta de vaquitas y un obsequio: unas diademas para el celular”.

Así es como la profe Yerlis es parte de la transformación en los campos del Caquetá, que empiezan a encontrar en la Ganadería Baja en Carbono un camino para su actividad productiva en armonía con el medio ambiente. “Lo más satisfactorio para mí, que he sido víctima de discriminación por ser mamá y por ser mujer, y que llevaba desde 2019 sin un trabajo estable, es que Solidaridad me ha dejado ser mí misma. Mi hija menor va a cumplir seis años. Soy madre presente, profesional y estoy aportando ese granito de arena en el sector educativo. Al hacerlo, también puedo decirles a otras mamás que lo intenten, que sí se puede”

CONTACTO

Karen Ayala

Gerente Programa Ganadería

Colombia

[email protected]

Joel Brounen

Gerente de País

Colombia

joel.brounen@solidaridadnetwork.org

Conoce más sobre el programa Amazonía Connect

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