El agua en Santa Marta escasea cada vez más. El cambio climático amenaza con secar los ríos que abastecen a la población y que permiten la supervivencia de las plantaciones de banano y palma de aceite de la zona. De estas cuencas depende la vida y la economía de cientos de personas, así que tomar acciones es urgente e inminente. Por esta razón, el año pasado se creó la Plataforma de Cooperación y Custodia del agua, para la cuencas de los ríos Frío y Sevilla, como un espacio para la formulación de estrategias conjuntas para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la zona y la mitigación de las inclemencias del clima.
Esta iniciativa es liderada por la WWF con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, pero de ella también son partícipes Asbama, Augura, Parques Nacionales Naturales, Fedepalma, Cenipalma, GSI y Solidaridad, entre muchas otras organizaciones que trabajan en equipo para dar salida a la crisis.
Uno de los objetivos del programa de banano de Solidaridad, a través de la Plataforma de Comercio Sostenible (PCS), es desarrollar estrategias para el sector bananero que le permitan enfrentar las temporadas de sequía, ya que en la actualidad la escasez de agua afecta la productividad de las plantaciones. Por esta razón, la organización se ha unido a esta alianza: con el propósito de hacer aportes que aceleren el cambio y den soluciones a la problemática.
Manos a la obra
El año pasado, la Plataforma de Comercio Sostenible facilitó la visita al Magdalena de la Asociación holandesa del agua, que desarrolló recomendaciones técnicas para resolver los problemas de agua en la región. Y en 2016 asistió, el 8 de abril en Santa Marta, al quinto encuentro de la iniciativa, en el que se concretó un plan de trabajo y se establecieron ciertas responsabilidades, que van desde hacer un plan de educación ambiental hasta desarrollar una estrategia de comunicaciones que permita crear conciencia sobre el riesgo hídrico.
La PCS considera que hay dos posibles maneras de aproximarse al problema desde el sector bananero: una a pequeña escala, que implica mejorar las prácticas de riego en las fincas de la zona, y otra a gran escala, que pretende solucionar la situación de raíz, es decir, desarrollar un plan para prevenir los efectos del cambio climático y el uso inadecuado del agua de los nacimientos.
A partir de estas alternativas, en la reunión del 8 de abril, Rafael Pflucker, gerente del sector de banano de la PCS, propuso desarrollar un proyecto de paisaje sostenible, que articule a los sectores público y privado y a la sociedad civil en la gobernanza del agua, para así trabajar en equipo en la planificación estratégica, la integración de cadenas de suministro, la gestión del riesgo y el pago por servicios ambientales.
La idea fue bien recibida y se sumó a los demás comités conformados:
- Educación ambiental y fortalecimiento de capacidades.
- Participación y articulación (comité organizador de los encuentros).
- Conservación y manejo sostenible.
- Generación de conocimiento e información.
- Comunicaciones.
- Proyecto multisectorial.
De esta manera, la PCS espera involucrar a todos los actores involucrados en la crisis para promover soluciones integrales que abarquen diferentes comunidades, sectores y gobiernos. Así será más factible llegar a respuestas que permitan enfrentar la problemática desde la base y a largo plazo, en lugar de asumir una posición asistencial y cortoplacista que apague incendios en lugar de evitarlos.
Si desea conocer a mayor profundidad el proyecto, aquí encontrará más información.
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