La producción de banano y plátano peruano abarca a nivel nacional un total de 170,000 hectáreas y están principalmente manejados por pequeños productores. Hoy en día, este cultivo está fuertemente amenazado por una enfermedad letal que puede destruir la industria bananera del Perú.
La enfermedad fungosa llamada Fusarium Raza 4 tropical no tiene cura, contamina el suelo, impidiendo la rehabilitación del cultivo, por lo que también perjudica la parcela del productor al impedir que pueda mudar a la producción otro cultivo. Esto afecta la fuente de ingresos de miles de familias productoras, la economía del sector y su competitividad.
Ante la reciente identificación de un brote de Fusarium Raza 4 en algunos predios de productores en el Valle del Chira en Piura, distintas instituciones estatales y de la sociedad civil, entre ellas Solidaridad, se han puesto en acción para mitigar o reducir su expansión. El pasado 12 de julio, Solidaridad en coordinación con el Clúster de Banano, Agrofair, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa Perú) y el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA),llevó a cabo el taller y conferencia sobre Estrategias de Contención de la Fusarium Raza 4 Tropical.
El sector en acción
SENASA, desde el 30 de marzo 2021 al 11 de julio de 2022, ha evaluado un total de 89,672 hectáreas. En este periodo Se enviaron 1810 muestras a laboratorio, de las cuales, 22 salieron positivos a FOC R4T.
Por su parte, desde la Mesa Técnica de Banano, la Ing. Marcia Herrera indicó que “es necesario y fundamental implementar y cumplir al 100% las medidas de bioseguridad desde el ingreso al campo hasta el uso de herramientas y equipo de protección deben ser de uso exclusivo para la actividad de cosecha y proceso en campo”.
En respuesta a esta necesidad, la Junta Nacional de Banano, entidades del Gobierno y empresa privada vienen ejecutando de forma conjunta protocolos de bioseguridad a lo largo de la cadena. Asimismo, se ha buscado incluir a la academia en esta lucha y la realización de talleres periódicos para intercambiar experiencias y así, poder conocer la situación real del Fusarium en el país y evitar su avance.
Finalmente, cabe señalar el esfuerzo que vienen realizando el Clúster de Banano, Agrofair y la empresa privada en investigación y gestión de recursos económicos, que ha permitido la implementación de un mapa digital en la plataforma Opus Insights para mejor y mayor reconocimiento de todo el territorio.
Recomendaciones brindadas:
Mejorar la información y comunicación entre Senasa y organizaciones de bananeros para el fortalecimiento de capacidades : Es importante conocer desde las asociaciones la dinámica de inspección de las parcelas. Como organizaciones, consideran importante que SENASA cree una metodología para trasladar información a las asociaciones.
”Se ve que falta una conexión entre las asociaciones de banano y el mismo Senasa, falta de información para monitorear el avance de Fusarium” Walter Mauricio, Gerente de Rio & Valle, asociación exportadora de banano “Ese trabajo de prospección podría ser más efectivo si se pudiera coordinar con las organizaciones de bananeros, capacitando a los técnicos, productores para que puedan identificar posibles nuevos focos”.
Articulación regional e interinstitucional Se recomienda articular con la Universidad Nacional de Piura y SENASA para desarrollar un programa regional para combatir distintas plagas que enfrenta el banano. De esta forma potenciar el trabajo que cada actor viene haciendo.
Difusión sobre la plaga Poner énfasis en la diseminación de conocimientos sobre el fusarium, resaltando el peligro latente con frases que concientice al productor, y al poblador de la provincia de Sullana.
“Se debe diseñar e implementar una estrategia con enfoque territorial involucrando a la academia para investigación.” Luud Clercx, Agrofair
Monitoreo por georeferenciación Es necesario una georeferenciación de las parcelas debido a que las áreas son pequeñas y en un mismo sector se encuentran operaciones de más de una organización, aumentando los riesgos de bioseguridad.
Por este mismo motivo es importante identificar entradas, salidas, empacadoras compartidas que permita realizar acciones en conjunto de dos o más organizaciones. Además,la identificación de diferentes niveles de riesgo como el calzado y las herramientas en las actividades del productor y el protocolo de bioseguridad para los distintos niveles y el cumplimiento de medidas de bioseguridad.