Unirán esfuerzos para la promoción de cadenas de valor de cacao, café, palma aceitera y banano.
En un paso clave para combatir el cambio climático y fortalecer la agricultura sostenible, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la organización internacional Solidaridad firmaron un convenio de cooperación interinstitucional. El acuerdo, que impulsa el desarrollo alternativo en áreas en estado de vulnerabilidad al narcotráfico, fue suscrito por Devida y Solidaridad.
Ambas instituciones se comprometieron a sumar capacidades técnicas en la promoción de cadenas de valor con énfasis en cacao, café, palma aceitera y banano, desarrollo de programas de comunicación que difundan los avances y logros del convenio; y el intercambio constante de conocimientos y la coordinación efectiva para garantizar resultados sostenibles.
Devida se comprometió a brindar información sobre actividades productivas y proyectos de inversión enfocados en la reforestación y agricultura sostenible, además de colaborar en el diseño de iniciativas en sus áreas de intervención.
“Esta alianza va a fortalecer el trabajo de Devida porque ustedes tienen un claro enfoque de trabajar con familias con productores con mejorar de su calidad de vida y también darles a todos ellos un enfoque ambiental, que es muy importante de inducirlos para que ellos puedan realizar su desarrollo en plena armonía con su entorno”,
destacó Martín Villafuerte, gerente general de Devida.
Por su parte, Solidaridad trabajará en el fortalecimiento de cadenas de valor, liderará capacitaciones en sostenibilidad y economía circular, implementará técnicas innovadoras para parcelas demostrativas y compartirá experiencias en agricultura climáticamente inteligente y manejo agroforestal.
“Esta alianza permitirá escalar la agricultura regenerativa y circular en los espacios que compartimos con Devida, lo que mejorará los medios de vida de miles de productores de café, cacao, palma y banano, y generará un impacto positivo en la regeneración de nuestra Amazonía”,
comentó la gerente país de Solidaridad en Perú, Ada Lis Rosell.
Con una vigencia de cinco años, este convenio representa un paso significativo en la lucha contra la deforestación, la degradación ambiental y el cambio climático, promoviendo al mismo tiempo el bienestar económico y social de las comunidades afectadas por economías ilícitas.
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