Compromiso, seguridad y sostenibilidad: estos son los pilares que guiaron el más reciente ejercicio de inspección laboral en el sector palmero del Caribe colombiano. En una jornada de aprendizaje y aplicación práctica, los productores de palma de aceite participaron activamente en la identificación de riesgos y mejoras en sus cultivos, en un esfuerzo conjunto por consolidar la formalización laboral en la región.
La iniciativa, liderada por Danna Rodríguez, coordinadora regional de la zona norte del programa Palma de Solidaridad, contó con el respaldo de Fedepalma, extractoras y núcleos palmeros, quienes han reafirmado su compromiso con la profesionalización del sector. Durante el ejercicio, los participantes recorrieron sus plantaciones evaluando aspectos clave como las condiciones de seguridad, las dinámicas contractuales y el cumplimiento de normativas laborales.
Este tipo de prácticas no solo fortalecen la estructura organizativa del sector, sino que también facilitan el acceso a mercados internacionales, donde la sostenibilidad y la responsabilidad social son criterios fundamentales para la comercialización del aceite de palma.
Como parte de la jornada, se destacaron a los productores que demostraron mayor precisión en la identificación de riesgos y en la implementación de buenas prácticas laborales: reeconocemos y celebramos el esfuerzo de nuestros destacados participantes, quienes demostraron su compromiso y excelencia en esta jornada. En el primer lugar, felicitamos a Orlando Acevedo por su destacado desempeño. En el segundo lugar, reconocemos a Hipólito Camargo, y en el tercer lugar, a Elena Mercedes Guerra, quienes con su dedicación aportaron al éxito de esta iniciativa. Además, extendemos menciones de honor a Milton Tapias y Pilar Figueroa por su excelente participación y compromiso.
Sin embargo, más allá de los reconocimientos individuales, el verdadero logro radica en el avance colectivo. Cada productor que participó en este ejercicio ha dado un paso adelante hacia un sector más formalizado y competitivo.
“Nuestro objetivo es garantizar que cada trabajador en el sector palmero cuente con condiciones laborales dignas y seguras. Este tipo de ejercicios nos ayudan a consolidar una cultura de formalización que impacta positivamente a toda la cadena productiva”, afirmó Danna Rodríguez.
El sector palmero en Colombia continúa evolucionando con miras a un futuro más sostenible e incluyente. La formalización laboral no solo mejora la calidad de vida de los trabajadores, sino que también eleva los estándares del sector, permitiendo que la palma colombiana se posicione como un referente internacional en términos de calidad y sostenibilidad.
Con este ejercicio, se reafirma que cada esfuerzo cuenta. Desde el productor más pequeño hasta las grandes extractoras, todos tienen un papel fundamental en la transformación del sector.
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