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Su Alteza Real el príncipe Jaime de Borbón-Parma, Alto Consejero de los Países Bajos para el Clima, visitó el proyecto NISCOPS en el departamento del Magdalena, donde conoció las iniciativas de sostenibilidad enfocadas en la producción responsable de palma de aceite, la protección de recursos naturales y el fortalecimiento de la resiliencia climática de las comunidades locales. Durante su visita, representantes de Fedepalma, Cenipalma, la Corporación APSColombia, Solidaridad, IDH y palmicultores compartieron avances, retos y logros de la colaboración entre Colombia y los Países Bajos.
¿Qué es el proyecto NISCOPS?
NISCOPS (National Initiatives for Sustainable and Climate-Smart Oil Palm Smallholders) es un proyecto que promueve la acción conjunta de gobiernos, sector privado y sociedad civil para desarrollar paisajes sostenibles y resilientes al clima, mejorando los ingresos de pequeños productores de palma. Con una duración de cinco años, el programa, respaldado por los gobiernos de los Países Bajos y el Reino Unido, se implementa en Indonesia, Malasia, Ghana, Nigeria y Colombia, involucrando a India como mercado clave de consumo.
En Colombia, el proyecto opera en las cuatro principales zonas palmeras, impulsando prácticas sostenibles y fortaleciendo las capacidades locales frente al cambio climático. El príncipe Jaime resaltó la importancia de proteger los ecosistemas como bosques, manglares y suelos, subrayando que, además de reducir emisiones y promover el uso eficiente del agua, es esencial apoyar a las comunidades para adaptarse al cambio climático.
“Debemos trabajar en la adaptación climática para garantizar que las comunidades sean menos vulnerables a las consecuencias del cambio climático. En este sentido, el refugio natural proporcionado por la propia naturaleza tiene gran importancia. Debemos proteger y expandir suelos nutritivos, bosques naturales, manglares fuertes y océanos saludables”, menciona el príncipe Jaime de Borbón-Parma.
Colombia es un socio estratégico de los Países Bajos, el tercer mayor inversor de la Unión Europea en el país, generando 35 mil empleos locales directos. Además, es el principal importador de productos colombianos en la UE, colaborando en temas como desarrollo sostenible, gestión del agua, transición energética y derechos humanos.
“Los mercados, especialmente los de la Unión Europea, exigen que cumplamos con un marco regulatorio específico. Por ello, es fundamental invertir en el sector para fomentar su crecimiento. Nos aseguramos de incluir a los pequeños productores para que también puedan acceder al mercado europeo. Además de exigir estos criterios para ingresar a sus mercados, países como el Reino Unido y los Países Bajos también colaboran para que se puedan cumplir”, afirma Joel Brounen, gerente de País de Solidaridad Network en Colombia.
Según Fedepalma, la palmicultura colombiana ha alcanzado una producción de 1,84 millones de toneladas de aceite de palma en aproximadamente 600 mil hectáreas, lo que representa el 17% del PIB agrícola nacional y genera más de 190 mil empleos. Este sector es vital para cerca de 7 mil pequeños productores, de los cuales el 72% gestiona menos de 20 hectáreas.
El programa NI-SCOPS busca fortalecer esta actividad mediante una palmicultura sostenible y resiliente al clima, impactando las cuatro zonas palmeras del país (Norte, Central, Oriental y Suroccidental), que abarcan 122 municipios en 19 departamentos. Actualmente, el sector genera 197.000 puestos de trabajo y agrupa a 6.700 productores en 70 núcleos palmeros. Además, existen 136 alianzas productivas estratégicas que suman 55.000 hectáreas sembradas. En términos económicos, el sector ha alcanzado una producción de 7,7 billones de pesos, con 5.729 pequeños palmicultores que cultivan 595.722 hectáreas. Las exportaciones superaron las 611.000 toneladas, posicionando a Colombia como el cuarto productor mundial y el primero en América Latina.