El papel que tienen las mujeres en la agricultura familiar de América Latina y el Caribe es clave para romper el círculo de la pobreza en el sector de la pequeña agricultura. De acuerdo a estudios realizados por la OCDE, y en algunos países no miembros, el aumento de la participación de mujeres en la fuerza de trabajo produce un crecimiento económico más rápido. Sin embargo su integración en actividades económicas debe también reconocer su inversión de tiempo y esfuerzo en el trabajo doméstico, para asegurar su calidad de vida.
Adicionalmente, otros estudios efectuados en diversos países muestran que incrementar la proporción de los ingresos del hogar gestionados por mujeres, procedentes de lo que ganan ellas mismas o de transferencias de dinero, modifica los patrones de gasto en formas que benefician a hijas e hijos, y en general a toda la familia.
Caption foto: Para un cambio estructural, es importante transformar el mindset de las nuevas generaciones de jóvenes en el campo, cambiando el concepto de la agricultura y los roles de la familia agrícola, para generar cadenas de valor con equidad. Familia cafetera de Soritor, San Martin, Perú. Foto: Omar Lucas.
Sin embargo, en nuestro día a día, al llevar adelante la asistencia técnica en campo, vemos cómo la mujer aún sigue siendo excluida. Excluída de la propiedad legal de la tierra, de la toma de decisiones en el proceso productivo y el negocio, o limitada a realizar tareas domésticas, lo cual a su vez genera dependencia económica y subestimación.
Como parte del camino hacia la construcción de cadenas de valor que maximicen bienestar y ganancias para todos, las intervenciones de Solidaridad consideran el enfoque de género y el empalme generacional como una parte integral de la asistencia técnica en campo. Este es un medio efectivo para promover el acceso de las mujeres a la propiedad de la tierra, recursos, servicios financieros y productivos, tecnología y conocimiento para mejorar sus oportunidades económicas, afianzar su autoestima y mejorar su calidad de vida.
Soralinda, la heroína cafetalera del Proyecto Café del Futuro, ha venido liderando con éxito la implementación de una finca cafetalera que protege el bosque, es resiliente ante los cambios del clima.
Flor Herrera, es hija de un productor cafetalero, está haciendo carrera en la cadena de valor, y ahora es catadora de café en la Cooperativa Frutos de Selva.
En nuestra experiencia con los talleres con las familias, encontramos la existencia de roles que aumentan las brechas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, es usual mandar al colegio a los niños, mientras que las niñas se quedan en casa para ayudar con las tareas domésticas.
Solidaridad promueve la inclusión de género en las familias agriculturas, pero también en sus equipos. Profesionales mujeres lideran procesos de cambio, mientras se sensibiliza y se facilitan herramientas para una asistencia técnica inclusiva.
Esta nueva perspectiva en las familias agricultoras se busca impulsar con las nuevas generaciones de jóvenes donde, a través de talleres ejecutados por Solidaridad y socios del sector, mostramos los beneficios en compartir los roles en las actividades agrícolas y de comercialización, en la generación de emprendimientos, así como en las actividades domésticas. El ámbito de la gestión de la finca implica y demanda un equilibrio de roles entre jóvenes mujeres y varones.
Actualmente estamos implementando tres análisis de género en el marco del proyecto Café del Futuro, con el respaldo de NICFI en las cadenas de café en Perú, y en las cadenas de cacao, ganadería y soja en Brasil. Y todos ellos contemplan el acercamiento a la población juvenil de las familias agricultoras, sus expectativas como futuros agricultores y lo que visionan.
“Con las capacitaciones que impulsa Solidaridad, se busca sensibilizar acerca de la inclusividad de género, identificando las fortalezas y limitaciones de vincular a los integrantes de la familia cafetera en los procesos de asistencia técnica y capacitación, bajo un enfoque de igualdad de oportunidades y de acceso al conocimiento” explica la especialista Claudia Cardona, Coordinadora de Proyectos de Solidaridad.