El norte del estado de Minas Gerais y el sudoeste del estado de Bahía, en el Valle de Iuiú, son dos de las principales áreas de producción familiar de algodón en Brasil. A los desafíos comunes a otras áreas rurales, como la migración de jóvenes y la baja rentabilidad de la actividad agrícola, se suma que la producción familiar de estas regiones debe adaptarse a una característica específica del eco-sistema semiárido: las sequías, que se han intensificado en la última década.
Con el objetivo de desarrollar un modelo sostenible y más rentable para estos productores, Solidaridad y el Instituto C&A han elaborado el proyecto “Tejiendo Valor – Producción de Algodón Sostenible en la Agricultura Familiar”.
El proyecto, que tendrá una duración de seis años, propone articular acciones entre los distintos actores de la cadena de producción, incluído el sector público, ya que actuar de forma complementaria y en paralelo permitirá alcanzar un cambio más duradero en la región.
“Tejiendo Valor” fue lanzado a fines de 2015 e inicia ahora su segunda fase de cinco años, que concluirá en diciembre de 2021.
La propuesta es desarrollar un modelo sostenible de producción familiar de algodón y atraer a empresas del sector textil, con fuerte inserción en mercados nacionales e internacionales, para que integren productores familiares a sus cadenas de suministro. Uno de los fundamentos de este modelo es aumentar la oferta de algodón sostenible, sustituyendo el algodón producido de forma convencional por algodón que siga el estándar de producción BCI –Better Cotton Initiative-. Otro punto importante es sistematizar el modelo para que pueda ser replicado en otras regiones del Brasil y en otros países, en particular en África.
Producción algodonera local
Estudios realizados por Solidaridad han demostrado la existencia de un grupo de productores jóvenes, pequeño pero emprendedor, que aún invierte en la producción de algodón. Asimismo, muchos de los entrevistados, actualmente fuera del sector, se mostraron dispuestos a volver si se dieran condiciones de mayor previsibilidad y un apoyo inicial para retomar actividades.
De acuerdo a los resultados de la guía de auto evaluación de Horizonte Rural aplicada entre los miembros del grupo piloto en el norte de Minas Gerais, existen 229 productores activos o inactivos en la región comprendida por los municipios de Catuti, Monte Verde, Monte Azul y Pai Pedro, que suman más de 4.000 hectáreas de producción potencial.
En el sudoeste del Estado de Bahía, el núcleo de pequeños productores familiares se encuentra concentrado en los municipios de Brumado, Lagoa Real, Caculé, Rio do Antônio, Livramento de Nossa Senhora Igaporã, Malhada de Pedras y Tanhaçu. Durante la zafra 2014/2015 se cultivaron aquí 950 hectáreas de algodón, agrupando a más de 800 productores.
Es por esta razón que un plan de acción que busque promover la producción sostenible de algodón en ambas regiones, debe tener como premisa sea la inclusión como la autonomía. Es decir, debe estimular el regreso del conjunto de productores potenciales a la actividad y, al mismo tiempo, brindar instrumentos para que los productores y cooperativas puedan alcanzar autonomía financiera.
El otro desafío, relacionado al cambio climático y la adaptación a la escasez de agua, prevé la implementación de un modelo de irrigación suplementaria para complementar la producción de algodón.